El secreto de la policía de Bruselas
Durante la presidencia española de la UE, Bruselas ha acogido hasta cuatro cumbres europeas de máximo nivel, alguna de ellas, como la del 7 de mayo, totalmente improvisada. Cabe imaginarse el desbarajuste que hubieran provocado esas reuniones en cualquier otra ciudad. En la capital belga, en cambio, se resuelven con un diminuto perímetro de seguridad en torno a la sede del Consejo Europeo donde se reúnen Zapatero, Merkel, Sarkozy, Berlusconi, Van Rompuy y compañía. ¿Cómo lo logra la policía de Bruselas?
Se supone que gran parte de la labor es lo que ahora se engloba en el término "inteligencia", es decir, información previa sobre posibles actos de violencia o protesta en el barrio europeo de Bruselas. Eso podría explicar la falta de seguridad visible y la ausencia de incidencias (más allá de alguna performance inofensiva por parte de ONGs como Greenpeace) en las decenas de citas del alto nivel que se celebran cada mes en la capital belga.
Pero, además, Bélgica cuenta desde 2002 con un arma no tan conocida para mantener la calma mientras los líderes europeos negocian, por ejemplo, el rescate de Grecia. Un Fondo millonario que, entre otras cosas, subvenciona a lo largo de todo el año a los 19 ayuntamientos de la capital belga para que fomenten la convivencia entre los anfitriones belgas y los invitados europeos, en particular, durante la celebración de las grandes cumbres.
En 2009, por ejemplo, el Fondo reservó 7,5 millones de euros "para mantener la calidad de vida y la seguridad en los barrios [de Bruselas]", reducir "la delincuencia de la que son víctimas los funcionarios europeos" o "disminuir el sentimiento de inseguridad".
Entre las medias que se toman, figura la organización actos culturales o de ocio coincidiendo con las cumbres que distraigan a la población local, en particular, a la más joven. Y parece que da resultado. Salvo que alguno de los Ayuntamientos beneficiados parece haber utilizado la partida presupuestaria de prevención para cubrir otros gastos corrientes, lo que ha terminado en los juzgados. Pero eso es otra historia.
Foto: El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, camina rodeado de seguridad en la sede del Consejo en Bruselas (B. dM., 19-11-09).