Mal pronóstico para BP
El pesimismo de los inversores sobre el vertido de petróleo de BP se justifica de nuevo. Las estimaciones oficiales del flujo del pozo Macondo en el Golfo de México se han revisado al alza. La cifra máxima es ahora de 40.000 barriles al día. A principios de año, la compañía y el Gobierno hablaban de unos 5.000 barriles por día. Otro gran revés para la petrolera británica. El problema inmediato es el coste. Un mayor derrame augura también mayores multas. Las estimaciones científicas oficiales pueden ser imprecisas, pero BP no tiene forma de cuestionarlas.
El daño a la maltratada credibilidad de BP es más difícil de cuantificar, aunque nuevas estimaciones ofrecen una explicación de por qué ha fallado su costoso, en términos de dinero y de tiempo, proceso de contención del derrame de petróleo.
Las acciones de BP rebotaron desde su mínimo de 14 años el 11 de junio, después de que el Gobierno hiciera valer públicamente la compañía con comentarios sobre su "valor económico" a Estados Unidos. Esto sugiere que las acciones habían recogido en el precio las revisiones al tamaño del desastre. Pero la nueva estimación del derrame aumenta la vulnerabilidad de BP. El desarrollo hace que sea más difícil todavía ver regresar al grupo a su negocio en Estados Unidos como antes, su mayor mercado, que anteriormente se estimaba como algo menos de la mitad de su valor.
A su vez, eso incrementa las posibilidades de que BP se vea forzado a vender activos estadounidenses o a perder su independencia. La incertidumbre de la situación actual hace que sea poco probable que se produzca una oferta oportunista por la empresa en este momento. Pero está cada vez más claro que tapar el pozo no supondrá el fin de la cuestión.
Por Christopher Hughes