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El ajuste fiscal, paso a paso

Todos los grupos eluden plantear el abaratamiento del despido

El Gobierno se arriesga a tener que asumir en solitario el abaratamiento del despido, a tenor de los discursos escuchados ayer a los grupos parlamentarios en el Congreso. Todos ellos eludieron tal posibilidad en lo que fue un debate anticipado del decreto que contendrá la reforma laboral que José Luis Rodríguez Zapatero llevará al Consejo de Ministros el próximo día 16.

Tres mociones defendidas por el PP, CiU e Iniciativa por Cataluña sirvieron ayer para pulsar la temperatura con la que el Congreso se dispone a recibir la reforma laboral que le remitirá próximamente el Gobierno. La primera fue defendida por la portavoz adjunta del Grupo Popular, Fátima Báñez, y en ella emplazó al Ejecutivo a formular un plan global frente a la crisis que permita consolidar la recuperación y crear empleo. Cuatro son las reformas que en esta moción se consideran urgentes: la reorganización de todo el sector público para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, la reforma del mercado laboral, la reestructuración del sistema financiero y la definición de un nuevo modelo energético. La superficialidad de la propuesta favoreció el apoyo de la mayoría de los grupos de la Cámara.

En ningún momento la portavoz del PP aludió de forma directa y clara a la necesidad de abaratar el despido. En cambio, sí defendió la necesidad de acabar con la dualidad en el mercado de trabajo, de favorecer la contratación indefinida, la reforma de la negociación colectiva y la colaboración público privada en la intermediación laboral. Su compañero de escaño José Ignacio Echániz criticó en otro momento de los debates las filtraciones del Gobierno relacionadas con la rebaja de las indemnizaciones por despido y el tiempo que ha perdido, a su juicio, en delegar esta reforma en el diálogo social. El Gobierno da por descontado que si hoy no se llega a un acuerdo entre patronal y sindicatos, el PP rechazará el decreto que se envíe al Parlamento.

CiU tampoco abordó de forma directa en su moción sobre reforma laboral la conveniencia de abaratar el despido. Su portavoz económico, Josep Sánchez-Llibre, que es quien mejor conoce, quizás, los planes de Zapatero sobre la reforma en ciernes, le emplazó a importar el modelo alemán de reducción de jornada con el fin de evitar nuevos despidos colectivos y a regular mejor el funcionamiento de las empresas privadas de colocación para compensar el fracaso del Inem. Los nacionalistas catalanes prefieren no ir más allá hasta comprobar la reacción de los sindicatos y los empresarios a la reforma que apruebe el Ejecutivo. El PNV eludió ayer en sus intervenciones toda referencia al aligeramiento de los costes laborales, a la espera también del texto que apruebe el Gobierno.

IC consigue que el Congreso rechace la congelación de las pensiones

Rechazo a las medidas unilaterales

Lo que es seguro es que el bloque parlamentario de izquierdas no avalará ninguna reforma laboral que incorpore una rebaja de las indemnizaciones ni facilite la salida de los trabajadores del mercado laboral.

Así lo han dejado claro tanto Gaspar Llamazares como Joan Herrera, portavoces de IU-IC Verds, quienes ayer se apuntaron un tanto al conseguir sacar adelante un emplazamiento del Congreso al Gobierno para "evitar tomar medidas unilaterales de reforma de las pensiones al margen del Pacto de Toledo".

Herrera logró también el apoyo de la Cámara Baja a que se de continuidad a la ayuda mensual de 400 euros a los parados que hayan agotado el subsidio de desempleo.

El Congreso vivirá una semana de infarto

Si el Gobierno no cambia de planes, concentrará en la penúltima semana de este mes de junio un grupo de votaciones que pueden resultar claves para la continuidad de la legislatura, entre ellas la del techo de gasto para 2011 y la del decreto que incorporará la reforma laboral.Está previsto que ambas votaciones se realicen en la Cámara Baja en la sesión plenaria que se iniciará el próximo día 22, en una semana que los grupos parlamentarios prevén de infarto si el Gobierno deja para última hora las negociaciones sobre ambos acuerdos o si sus posibles apoyos no se definen, como es probable, hasta el último momento.José Luis Rodríguez Zapatero afrontará también en esa misma sesión plenaria, el día 23, el debate en el que hará balance de la presidencia europea y explicará las conclusiones del último Consejo. Será un aperitivo del debate del estado de la nación que ha sido fijado para los días 14 y 15 del mes de julio.

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