Bienvenidos a la ciudad jardín del mañana
En 2050, unos 9.000 millones de personas vivirán en núcleos urbanos. La ONU reclama mayor armonía entre asfalto y espacios verdes por el bien del planeta y de los ciudadanos
Un espacio verde a menos de 300 metros de cada habitante, contaminación por ruido casi inexistente, uso masivo del metro en hora punta, ministros que se desplazan en bicicleta, suministro energético procedente en su mayoría de renovables y el anhelo de llegar a 2050 libre del uso de combustibles fósiles. Esta es Estocolmo, designada la primera capital verde europea. La ciudad nórdica ostenta este título creado por la Comisión Europea que ha echado a andar en 2010 con el ejemplo verde por excelencia.
¿Es extensible el modelo sueco al resto de Europa? La Comisión Europea así lo cree. Su apuesta ambiental al estilo de la capital cultural europea, que ha sacudido el polvo a no pocas urbes en el Viejo Continente, seguirá camino con Hamburgo en 2011. Los dos siguientes años, dos de las favoritas para ostentar el título son Vitoria y Barcelona.
En todos estos casos, se trata de ciudades que albergan al menos a 200.000 habitantes, pero no más de 1,8 millones. Según la tendencia que empieza a observarse, el reto ambiental del futuro se concentra en la ciudad, y de mediana dimensión.
Los urbanitas del futuro vivirán en ciudades del tamaño de Barcelona
En Europa, cuatro de cada cinco habitantes viven en núcleos urbanos. La voracidad del ladrillo de los últimos años, más acentuada en los países del arco mediterráneo, se ha cebado con los espacios verdes y la planificación urbanística ignora otras especies que no sean la humana.
Sin embargo, es en la ciudad donde puede remediarse una gran parte de la alarmante pérdida de biodiversidad, la gran desconocida que los científicos y organismos medioambientales de medio mundo se esfuerzan por dar a conocer como parte vital de la sociedad.
"En Europa, un 75% de la población vive en ciudades. Para detener la pérdida de biodiversidad es imprescindible afrontar el desafío de conjugar la red de ciudades e infraestructuras con la conservación del medio ambiente", según reza la declaración de intenciones de la Comisión Europea sobre lo que pretende impulsar el concurso sobre la ciudad más verde.
Precisamente, ese quiere ser el mensaje de la ONU en el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra en el día de hoy. El tema de la convocatoria, "muchas especies, un planeta, un futuro", recoge precisamente una llamada urgente a la conservación de la diversidad biológica. "Un mundo sin biodiversidad tiene un futuro muy sombrío", explica este organismo.
Criterios de elección
Ante esta preocupación, la iniciativa europea pretende ser un aliciente verde para las administraciones, urbanistas y habitantes de los cientos de ciudades que pueblan el Viejo Continente. El galardón, que no es otro que presumir de localidad ecológica durante un año, tendrá en cuenta los espacios verdes, los transportes públicos limpios, la creatividad a la hora de enfrentarse a la gestión de residuos y la contaminación acústica. Además, el panel de expertos y el jurado evaluarán la trayectoria medioambiental de las ciudades candidatas y su planificación a largo plazo.
Uno de los mejores aliados para alcanzar ciudades más limpias y con más espacio para sus habitantes es la tecnología. El coche eléctrico es uno de los últimos ejemplos de cómo los avances tecnológicos supondrán un empujón definitivo para quitar el humo a las urbes.
Dentro de una década, si la industria automovilística y la normativa avanzan definitivamente de la mano, los núcleos urbanos medios y grandes apenas escucharán el motor de los coches y se respirarán menos gases contaminantes. Para ello, también será fundamental el desarrollo de mejores infraestructuras para el transporte público.
En este sentido, las capitales del norte de Europa han eliminado de sus centros históricos el acceso del coche, y el uso del transporte público o de la bici es ya casi un hábito generalizado. Dado que en 2050 habrá cerca de 9.000 millones de personas viviendo en una ciudad, los núcleos urbanos, que emiten cerca del 80% de emisiones de dióxido de carbono (CO2), serán cruciales para reducir la contaminación.
"Las urbes dependerán del desarrollo y de la gestión de sus infraestructuras en las próximas tres décadas para convertirse, bien en una fuente de destrucción del medio ambiente, o bien en una fuente para rejuvenecer los recursos ecológicos", según el informe Reinventando la ciudad, que la consultora Booz and Company ha realizado para la organización ecologista WWF España.
Según el informe, "el grueso del crecimiento de la población no se dará en megaciudades hoy maduras como Londres, Los Ángeles o México, sino en ciudades más pequeñas, donde ya hoy vive el 60% de los urbanitas", explica el documento.
Esta tendencia también se dará en los países en desarrollo. Gaborone, la capital de Botsuana, ha pasado de 17.700 habitantes en 1971 a más de 186.000 en 2007 y se espera que en 2050 albergue a más de 500.000 personas.
La planificación urbanística será un elemento muy importante para lograr ciudades verdes mucho menos contaminantes. En este sentido, las urbes europeas, diseñadas antes de la explosión de ventas del automóvil, en la década de los cincuenta, han favorecido un mayor uso del transporte púbico que países como Estados Unidos, que ha sucumbido en mayor medida al uso del coche particular para los desplazamientos.
Barcelona y Vitoria, candidatas en liza
Barcelona y Vitoria se encuentran entre las seis ciudades finalistas que compiten para albergar la capital verde europea en 2012 y 2013. Malmö (Suecia), Nantes (Francia), Núremberg (Alemania) y Reikiavik (Islandia), capital además de un país candidato a integrar la Unión Europa, competirán con las dos ciudades españolas.Las ganadoras se conocerán en una ceremonia que se celebrará en Estocolmo, actual capital verde, en el mes de octubre. Las ciudades se evalúan respecto a una lista completa de criterios ambientales, entre los que figuran la lucha contra el cambio climático, los transportes, las zonas verdes urbanas, la ordenación sostenible del suelo, la naturaleza y la biodiversidad, la calidad de la atmósfera local, el ruido, la generación y la gestión de residuos, el consumo de agua, el tratamiento de las aguas residuales y la gestión ambiental del municipio.Las candidatas finalistas tendrán ahora que aportar más datos sobre sus planes para mejorar su calidad de vida urbana y sus futuras iniciativas en este sentido.El comité de evaluación realizará una segunda ronda de exámenes y presentará sus recomendaciones al jurado, que tomará la decisión final.Otro de los criterios para la decisión final tiene en cuenta si la urbe elegida puede ser un modelo de ciudad sostenible y puede inspirar a otras ciudades.El jurado está compuesto por representantes de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente, el Consejo Internacional para las Iniciativas Ambientales Locales, la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente, la Unión de Capitales de la Unión Europea y el Comité de Regiones.
Las cifras
1,8 millones de habitantes viven en Hamburgo, que será capital verde europea en el año 2011, después de Estocolmo, en 2010.60% de los habitantes en núcleos urbanos viven en ciudades medianas o pequeñas.2050 Para ese año, cerca de 9.000 millones de personas vivirán en una ciudad.