Telefónica tienta al Gobierno luso con ingresos indirectos por su capital en PT
Telefónica ha comenzado la carrera de fondo en su asalto a Portugal Telecom (PT) para que venda Vivo. Ante el rechazo del consejo, la meta ahora es convencer al menos a accionistas que tengan un 5% para forzar la convocatoria de junta. Esta estrategia incluye ganarse al Gobierno luso, al que tienta con los ingresos indirectos que conseguiría por la participación en PT de compañías públicas.
El presidente de Portugal Telecom, Zeinal Bava, no lo ha dudado. "Es una oferta oportunista en un contexto de los mercados particularmente volátil en el sur de Europa", ha asegurado al diario luso Jornal de Negocios. Pero eso precisamente es lo que buscaba Telefónica: el mejor momento para intentar inclinar a su favor una lucha muy desigual, ya que se trata de convencer a Portugal Telecom de que venda su 29,7% de la operadora brasileña Vivo, el único de sus negocios que crece y el principal soporte de las cuentas del grupo luso.
Por eso, contar con el apoyo del Gobierno del país es de vital importancia. O, al menos, no tenerlo frontalmente en contra. Y para eso era necesario aprovechar la oportunidad que supone el delicado momento propiciado por la inestabilidad económica del país. El objetivo es que esta situación lleve al Ejecutivo a no rechazar una operación que supondría una inyección de fondos en su principal operadora y, de paso, en varios de los bancos más importantes del país, incluida la entidad pública Caixa Geral de Depósitos.
Sobre la mesa están 5.700 millones de euros, que son los que Telefónica paga a PT por su parte de Vivo. La prima sobre la cotización de la operadora brasileña es del 145% y el precio equivale a un 80% de la capitalización bursátil de la compañía portuguesa antes de desvelarse la oferta.
Las esperanzas están centradas en los socios no portugueses
La generosidad de la propuesta pretende abrir una brecha entre los accionistas y el consejo de administración. Caixa Geral tiene un 7,3% del capital, así que su parte proporcional serían 416 millones. Por supuesto, no todo el dinero pagado por Telefónica iría para ella, pero parte sí, porque con toda probabilidad Portugal Telecom pagaría un dividendo extraordinario. Es decir, unos ingresos extra en una compañía pública y en varios bancos clave que no podían llegar en mejor momento.
Por ahora, las manifestaciones del Gobierno han sido contenidas. No se ha opuesto, aunque tampoco ha apoyado la operación. Un representante del Ejecutivo se ha limitado a decir que se hablará en el lugar adecuado para ello, pero nadie ha sabido interpretar si se refiere a una junta -como desea Telefónica- o a un consejo. En cualquier caso, Caixa Geral tiene representación en el consejo de PT y el rechazo a la oferta de la española fue unánime. El Gobierno conserva una acción de oro en la operadora lusa que le permite vetar determinadas ventas de activos, así que su posición es crucial.
En todo caso, no será el Gobierno el que consiga el principal objetivo de Telefónica en estos momentos: lograr una convocatoria de junta. La española es el principal accionista de PT, con el 10%, pero no puede reclamar una asamblea por conflicto de intereses. Tiene que conseguir que accionistas que sumen al menos un 5% lo pidan por ella.
Y eso va a intentar en los próximos días. La operadora va a comenzar con su estrategia de difundir la oferta para que sea conocida por todos los accionistas. También tendrá contactos más directos con los grupos más relevantes para que se informen de primera mano.
Sus esperanzas están puestas sobre todo en la parte del capital que no es portugués y que representa el 54% del accionariado -descontada Telefónica-. En primer lugar de la lista, están los fondos y socios de Estados Unidos, más preocupados por conseguir rentabilidades inmediatas que por preservar el futuro a largo plazo de Portugal Telecom. A su favor, Telefónica tiene la opinión de la gran mayoría de las casas de análisis, que consideran que PT tendría difícil justificar un rechazo al precio ofrecido. También destacan que para los accionistas no portugueses la oferta supone una forma perfecta para cobrar todo el valor futuro de Vivo de un golpe.
Apoyo sindical al rechazo de la oferta por Vivo
En España había esperanzas de que los sindicatos de Portugal Telecom cuestionaran el rechazo a la propuesta de Telefónica. Por ahora, no ha sido así. "Hubiera sido un error aceptar la oferta", aseguró el presidente del Sindicato de Trabajadores de Portugal Telecom, Jorge Felix, en declaraciones a la agencia Bloomberg. "Mucho del crecimiento de la compañía viene gracias a Vivo", añadió, antes de apostillar: "De hecho, si Portugal Telecom fuera capaz de comprar la parte de Telefónica, sería un movimiento excelente".Un apoyo de los sindicatos hubiera supuesto una buena noticia para Telefónica, por su capacidad para presionar al Gobierno. Y se contaba con que el fuerte déficit del fondo de pensiones de Portugal Telecom llevara a los trabajadores a respaldar una oferta que supondría la eliminación de este problema.Tampoco ha habido suerte con el primer accionista sin puesto en el consejo que se ha manifestado públicamente. Se trata de Joe Berardo, que cuenta con algo menos del 2% del capital, que ha apoyado el rechazo a la operación. En su día, este accionista fue uno de los más combativos en la defensa de Portugal Telecom frente a la opa hostil de Sonaecom.Telefónica, en cambio, está recibiendo apoyos por otra vía: la financiera. Primero fue Fitch y ayer Moody's las que descartaron que la oferta sobre Vivo vaya a tener impacto alguno en el perfil de riesgo de la compañía o en la calificación de su deuda. Por muy generosa que sea la oferta, las dos agencias de rating consideran que el impacto en la proporción de deuda sobre Ebitda sería menor y que se vería compensada inmediatamente por el sentido estratégico de la compra.
TV en Brasil
Vía libre para las operadoras-Pase lo que pase con la oferta para hacerse con Vivo, al menos Telefónica ha recibido una buena noticia de Brasil.-Una comisión del Parlamento del país ha aprobado una ley que permitirá, si no hay oposición, que las operadoras vendan paquetes de telefonía fija, banda ancha y televisión. Con ello, Telefónica podrá vender los mismos productos que en España.
Compras de BNP
BNP Paribas ha aprovechado la debilidad de las acciones de Telefónica en las últimas semanas para tomar posiciones. El banco de inversión ha pasado del 2,57% al 3,41% del capital de Telefónica, en su mayor parte a cuenta de sus clientes.