La economía americana presume
La economía de EE UU está arrollando -al menos en términos relativos-. A pesar del repunte de la tasa de desempleo hasta situarse en un 9,9%, la saludable creación de empleo destaca el resurgir de la economía en un mundo difícil. Junto con el crecimiento de la productividad, muestra el beneficio de la flexibilidad del mercado laboral de EE UU -y su competitividad incluso frente a un euro débil-.
El aumento registrado de 290.00 empleos no agrícolas en abril es impresionante incluso aunque haya que restar los 60.000 empleos temporales contratados para el censo actual. Las estadísticas del Gobierno también revisaron los datos de febrero y marzo, de manera que se deduce que el panorama de empleo de EE UU es mejor de lo que se pensaba.
Como se muestra por el aumento de 0,2 puntos porcentuales en la tasa de desempleo, calculada a partir de una encuesta diferente, los nuevos empleos todavía no están llegando lo suficientemente rápido para absorber la gran masa de desempleo. El incremento en el número de personas sin trabajo durante más de seis meses es inquietante, como lo es el rebote en el número de trabajadores desanimados en los elevados niveles de febrero. El grupo de trabajadores para los que el trabajo es una perspectiva lejana es inevitablemente un lastre para la economía durante los próximos años.
Sin embargo, los últimos datos en general sobre empleo son alentadores. Los mercados de trabajo han sido siempre más flexibles en EE UU que en Europa, y el fuerte incremento de más del 6% de la productividad de EE UU en el primer trimestre muestra que los empresarios se aprovecharon de esta flexibilidad, recortando en la crisis y obteniendo más de sus empleados a medida que la recuperación ha comenzado.
Ahora que la producción y el empleo son cada vez mayores, la flexibilidad laboral de EE UU debe ser una ventaja enorme. Permite que la economía responda con rapidez a los desafíos, como por ejemplo, la competencia de las importaciones europeas gracias a un euro débil. A largo plazo, eso son buenas noticias para los trabajadores estadounidenses, ya que mantienen su competitividad. Los gigantescos presupuestos y los déficits de pago son, sin duda, grandes problemas. Pero la economía es, en cierta medida, un juego relativo, y la de EE UU tiene puntos fuertes que hacen que sea una apuesta mucho mejor que otras.
Por Martin Hurchinson