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Columna
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¿Echar una mano o dar un puñetazo?

Apple acaba de echarle una mano a Google en la cada vez más tensa relación entre el gigante de las búsquedas y los reguladores. A la Comisión Federal de Comercio de EE UU (FTC) le preocupa que la propuesta de compra de Google por AdMob pueda extender su dominio en la búsqueda de publicidad por internet dentro del floreciente espacio de internet en el móvil. El último sistema operativo de iPhone dará al Gobierno menos de lo que preocuparse.

Las dudas de la FTC son comprensibles. Google podría utilizar los beneficios para un cuasi monopolio en su negocio original para dar musculatura al prometedor mercado de anuncios por el móvil. El negocio es actualmente pequeño -el gasto total de cerca de 400 millones de dólares en 2009 supone menos del 2% de los ingresos de Google-. Mas el grupo IDC estima que serán 1.900 millones de dólares para 2012.

Pero el comercio tecnológico crea un dilema para la FTC y otros reguladores antimonopolio. Como la larga batalla con Microsoft ha demostrado, una vez que se establece el monopolio, sus enormes economías de escala convierten en inefectivos los remedios convencionales. Los funcionarios necesitan golpear antes de que las barreras competitivas sean demasiado altas para derribarlas.

Los desarrolladores de aplicaciones para los teléfonos móviles podrían ser un camino más prometedor. Podrían verse afectados si Google tiene AdMob, que controla alrededor de un tercio del mercado para colocar publicidad en las aplicaciones de móviles y en las webs. Teniendo en cuenta que las aplicaciones determinan cada vez más la elección de los móviles, y los desarrolladores dependen de los ingresos por publicidad de las aplicaciones, Google podría ser capaz de utilizar AdMob para presionar a los desarrolladores a favor de su propio sistema operativo para móviles a través de Apple o Microsoft.

Sin embargo, Apple acaba de dificultar el trabajo de la FTC. Su novedoso sistema operativo para el iPhone facilita a los desarrolladores poner publicidad directamente en las aplicaciones. Apple está minimizando la amenaza -inocente en la publicidad, según Steve Jobs-, pero ya tiene la mirada de un poderoso competidor. La cuota de mercado de los smartphones de iPhone en EE UU es alrededor de un cuarto, y la de tráfico de datos por el móvil es aún mayor.

Apple puede que le eche una mano a Google con la intervención del Gobierno, aunque parece que le está dando un puñetazo.

Por Robert Cyran

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