El miedo a quedarse en paro, medido en euros
El temor al desempleo ha modificado las pautas de consumo de las familias españolas y ha llevado el ahorro sobre la renta disponible a cotas históricas del 19%.
Hace prácticamente un año que el Gobierno avistó los primeros brotes verdes en la economía española, un salto cualitativo sobre el mantra repetido desde el inicio de la crisis: Lo peor ha pasado. Por desgracia, los brotes están tardando más de la cuenta en madurar y quienes más rápido se han percatado de ello son los ciudadanos. Y es que sobre la mesa hay un paro registrado de 4,16 millones de personas. Con estos datos, no sorprende que la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH), cuyo peso es marginal, alcanzase en el último trimestre del año 2009 cifras récord: el 24,7% de la renta disponible en tasa intertrimestral, el 18,8% en el cómputo anual (135.925 millones de euros), según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En dos años, el ahorro prácticamente se ha duplicado. En 2008, el ahorro bruto sumó 92.346 millones y en el ejercicio anterior, 71.995 millones. Es decir, entre 2007 y 2009, el incremento fue de nada menos que el 88,8%.
El PIB de España se contrajo un 3,1% el año pasado, de acuerdo con los cálculos del propio INE. Las perspectivas futuras son de recuperación, pero el camino promete ser arduo y largo. "Va a ser una recuperación lenta y la generación de empleo en términos absolutos tardará en llegar", valora Gonzalo Gómez, investigador de la escuela de negocios IESE. "Se ha pasado de un entorno en el que el español era consumista y poco ahorrador a un ambiente general de preocupación: el que está en paro ahorra porque no le queda otro remedio y el que no lo está, teme quedarse sin trabajo y también ahorra", expone Gonzalo Gómez. Esta dinámica explica, a juicio del investigador del IESE el hecho de que la demanda interna haya caído en España 10 puntos en dos años. Aunque siempre es recomendable mantener un nivel prudente de ahorro, el exceso supone una complicación añadida para la economía española, basada en la demanda interna y el consumo, dos motores que ahora están tocados.
La renta disponible son los ingresos de los que se dispone una vez descontados los impuestos. Esta renta puede destinarse al consumo o al ahorro. Si en el pasado la inversión copaba el interés ciudadano, el rápido aumento del paro hasta niveles próximos al 20% ha hecho que el ahorro sobre la renta disponible haya pasado del 11% en 2008 al 18,8% actual.
"El resultado es que hay un cambio en la manera de comportarse para virar hacia un consumo más sostenible. Esto está ocurriendo no sólo en España, sino que es una transformación a nivel global", constata Josep Bertran, profesor de la escuela de negocios EAE. "Las pautas previas se han acabado para mucho tiempo", considera Bertran, que advierte de otro cambio, más inquietante para el asalariado de a pie, que está teniendo lugar de una forma paralela: "De la misma manera que los ciudadanos dejan de consumir por marcas y buscan gastar menos, las empresas están haciendo lo mismo y los puestos de trabajo más remunerados se sustituyen por otros de un salario inferior". Las perspectivas animan, efectivamente, a engrosar la previsión de ahorro de cara al futuro. Otra cuestión es a dónde se va ese dinero.
El sempiterno depósito
No hay duda de que, más allá de los excesos inmobiliarios, la situación económica de los españoles ha mejorado más que notablemente durante el transcurso de la presente década. Entre 2001 y 2007, el volumen de dinero destinado por hogares e ISFLSH a activos financieros creció un 74%, pasando de 1,1 billones a 1,92, según los datos del Banco de España. Al cierre del tercer trimestre de 2009, que es la última cifra disponible, el saldo había bajado a 1,73 billones. ¿Está ese dinero debajo de un colchón o dentro de un proverbial calcetín? La respuesta es que no, a no ser que se considere a los tradicionales depósitos como un equivalente financiero del colchón.
Los años de bonanza permitieron atraer capital hacia otros segmentos distintos a los depósitos, como fondos de inversión, renta variable o acciones no cotizadas; no ocurre lo mismo con los fondos de pensiones o los seguros de vida, cuya participación en el ahorro se ha mantenido relativamente estable y baja. En cualquier caso, el peso de los depósitos en la distribución de los activos financieros de las familias nunca ha bajado mucho más allá del 32%. La crisis ha provocado que los ahorradores vuelvan a abrazar con rapidez la seguridad de los depósitos, que en el tercer trimestre de 2009 representaban un 41,95% del total, frente al 33,36% que suponían en 2007.
El volumen almacenado en depósitos a la vista y a plazo es tal (727.770 millones de euros), que bastaría para cancelar de la noche a la mañana todos los créditos concedidos exclusivamente para la adquisición de viviendas, que en 2009 eran de 623.561 millones. Claro está que los ciudadanos que tienen los préstamos no son los mismos que los de los depósitos. En 2008, los depósitos ya rebasaban los 700.000 millones, pero en 2007 eran poco más de 641.400 millones y en 2006 no llegaban a 585.000 millones.
De todos modos, algo se ha avanzado. En 1985, un 65% del ahorro financiero estaba concentrado en efectivo y depósitos, según los datos de la patronal de instituciones de inversión colectiva (Inverco). Ahora, la cifra está con claridad por debajo del 50%. Aún así, Inverco subraya que el peso de este producto de ahorro "es muy superior" en España respecto a Europa, donde en 2008 la tasa media estaba en el 34%. Otro tanto de lo mismo ocurre con otros segmentos con los fondos de inversión y las acciones cotizadas, cuyo nivel se encuentra unos cinco puntos por debajo del promedio en la UE.
La culminación de las disparidades radica en los fondos de pensiones. Por término medio, los planes de pensiones destacan más por sus ventajas fiscales que por los rendimientos que ofrecen. Las aportaciones a este sector no despegan y en ello quizá tenga que ver el hecho de que la tasa de sustitución del salario cubierta por las pensiones públicas llega en promedio a un 80%, frente al 45% de media de la OCDE. El debate sobre la sostenibilidad del sistema en una población que envejece rápidamente está servido. El Gobierno ha dado algunos pasos, pero sin concretar una dirección.
El futuro
Las previsiones de la Comisión Europea y del FMI no otorgan a España tasas positivas en la evolución del PIB hasta el año que viene. En cualquier caso, el crecimiento seguirá estando lejos del nivel considerado como generador del empleo, situado en el entorno del 2% al 2,5%.
Los expertos reclaman una actuación enérgica de las autoridades. "Lo peor que puede hacer el Gobierno es convertirse en una figura decorativa. Falta la contundencia que vimos en el pasado tanto con Gobiernos del PSOE, como del PP", se lamenta el profesor Pere Puig, de la escuela de negocios Esade, que reclama un mensaje "mucho más claro" para la reforma del mercado laboral y del sistema de pensiones. Sobre el terreno hay muchos caballos de batalla, lo peor es limitarse a contemplar cómo avanzan.
Los expertos evalúan la situación
Gonzalo Gómez. IESE"Si no se genera empleo, se corre un riesgo serio de crecer muy poco y el hecho es que esas son las perspectivas actuales. El escenario es de un crecimiento en el que las variaciones del PIB en tasa intertrimestral serán muy pequeñas, triviales. La evolución del desempleo va en paralelo con el incremento del ahorro, están avanzando de forma muy similar".Pere Puig. ESADE"La familia española ve con enorme pesimismo el futuro. Los hogares están haciendo un esfuerzo por aligerar deudas, se resienten los bienes duraderos frente a los perecederos. Baja el consumo, sube el ahorro y esto va a seguir así los dos próximos años. El Gobierno ha hecho bien en endeudarse, pero ha hecho mal en no transmitir un mensaje de firmeza y credibilidad".Josep Bertran. EAE"Lo lógico a nivel individual, a nivel colectivo no tiene sentido. Eso es lo que está ocurriendo en la situación actual, es lo que se conoce como la paradoja del ahorro. Lo que convendría a la economía es que la gente consumiese, no que ahorrase. Por eso, no tengo claro que una medida como aumentar el IVA vaya a servir finalmente para mejorar la situación de déficit público".Juan C. Martínez. Instituto de Empresa"Lo que está ocurriendo con el ahorro sigue el patrón perfecto de una crisis. Los trabajadores temen quedarse sin empleo y siguen una pauta lógica de incremento de ahorro en previsión. La valoración de los activos financieros e inmobiliarios ha caído y la sensación de riqueza es menor, a eso suma el hecho de que hay más de cuatro millones de parados".
Las cifras
727.770 millones de euros era el volumen de ahorro concentrado en 2009 en depósitos a la vista y a plazo. Este importe es un 16,7% superior al de los créditos concedidos para la adquisición de vivienda.88,8% es lo que ha crecido el ahorro de las familias en un lapso de sólo dos años, pasando de 71.995 a 135.925 millones de euros.723.005 millones de euros fue la renta disponible de los españoles, los ingresos menos los impuestos, en el conjunto del año 2009.60,3% es el porcentaje que supone la financiación inmobiliaria sobre el total de préstamos. Incluye adquisición de vivienda, rehabilitación, promociones y otras construcciones. Es superior a 1,1 billones.