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Columna
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Dependencia en los depósitos griegos

Se avecinan nuevos problemas para los bancos griegos. Aquellos que prestan al país han conseguido evadirse, hasta el momento, de la crisis fiscal griega. Pero ahora, los depositantes pueden estar moviendo dinero a refugios más seguros. Como resultado, los bancos tendrán que apoyarse en el Banco Central Europeo.

Los bancos griegos dependen mucho de los depósitos, que representan alrededor del 60% del total. Esto les ha permitido seguir funcionando incluso cuando los altísimos rendimientos de la deuda griega les excluyeron de los mercados financieros.

Sin embargo, los ahorradores puede que estén poniéndose nerviosos. El Banco Central de Grecia indicó que el sistema perdió 8.400 millones de depósitos en los primeros dos meses de 2010. Esto apoya la evidencia de que los ahorradores están desplazando el dinero a bancos extranjeros.

Hay otras explicaciones posibles para la salida. Las empresas puede que se hayan sumergido en sus ahorros para pagar un impuesto único a las compañías griegas el año pasado. Cualquier pérdida de confianza, no obstante, podría rápidamente convertirse en una profecía que se acabará cumpliendo. El Gobierno griego no está en posición de financiar un plan de rescate. De hecho, un incumplimiento soberano podría dejar a los bancos en la enfermería debido a grandes pérdidas.

Esto conduce al BCE. La autoridad se ha comprometido a relajar sus requisitos de garantía, asegurando que los bancos pueden continuar pidiendo prestado contra deuda del Gobierno griego. Pero si el goteo de depósitos se convierte en una inundación, incluso ese nivel de apoyo podría no ser suficiente.

Nicholas Paisner

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