La caída de costes reactiva las emisiones de deuda
Empresas y Gobiernos aprovechan la menor volatilidad para financiarse en el mercado a tipos más bajos
La mayor tranquilidad que se respira en los mercados ha ayudado a reactivar las emisiones de deuda. La caída de la volatilidad y el abaratamiento de los costes de financiación han abierto una oportunidad que tanto empresas como Gobiernos han aprovechado para financiarse en el mercado a tipos más bajos. La menor percepción de riesgo tras el apoyo político de la Unión Europea a Grecia y el fin de la temporada de resultados -periodo en el que las empresas no pueden emitir- abren la puerta a un repunte de actividad en el terreno de las colocaciones de deuda.
"Los emisores quieren aprovechar que los diferenciales se han estrechado recientemente y que los tipos de interés están en mínimos. El mercado va a seguir muy activo porque es un mecanismo de financiación. Las colocaciones a plazos de 5, 7 y 10 años están primando", explica Andrés Francoy, responsable de renta fija de Deutsche Bank Private Wealth Management.
La previsión de subidas de tipos de interés en el medio plazo y la facilidad con la que el mercado absorbe el nuevo papel anima a los emisores. Tanto empresas como Gobiernos no quieren desaprovechar ni la receptividad actual ni los precios en previsión de nuevas turbulencias financieras a lo largo del año. Pues si bien la tensión ha remitido aún quedan numerosas incertidumbres por sortear para que se afiance la recuperación económica mundial.
Los expertos esperan que el segmento de 'high yield' retome el protagonismo en el corto plazo
La creciente competencia por captar recursos debido a los déficit astronómicos acumulados por los estados para combatir la crisis es otro factor que contribuye también a acelerar los planes de emisión. Standard & Poor's estima que los Gobiernos europeos necesitarán pedir prestado 1,45 billones de euros este año.
En este contexto, Telefónica, empresa que ya tenía cubiertas sus necesidades de financiación para este año, aprovechó esta semana para emitir deuda y adelantarse así a futuros vencimientos. En concreto colocó 1.400 millones de euros en bonos a cinco años y lo pudo hacer al precio más atractivo en ocho ejercicios debido a la elevada demanda. Pagó un tipo del 3,406%, una cifra 200 puntos básicos inferior a la que desembolsó hace un año en otra emisión a cinco años.
Iberdrola también ha aprovechado las condiciones de mercado actuales para colocar esta semana 500 millones de euros en bonos a 10 años al 4,125%. La eléctrica llevaba años sin emitir a ese plazo pero la venta reciente más comparable, la realizada por Gas Natural en enero, se colocó a precios superiores, al 4,5%.
En Europa EDP fue otro emisor activo esta semana. Colocó 1.000 millones en bonos a 5 años al 3,25%. Las empresas, con todo, no han sido las únicas en mover ficha. Caja Madrid emitió 1.000 millones en bonos a 18 meses al 2,25%, mientras que el Tesoro Español aprovechó para realizar una operación sindicada fuera de calendario. Vendió 1.500 millones de euros en bonos a cinco años a un tipo variable igual al euríbor más 45 puntos básicos. Un diferencial inferior al de anteriores colocaciones. Emisiones todas ellas que se unen a otras del sector público. La Junta de Andalucía, Castilla La Mancha y la Generalitat de Cataluña también han apelado al mercado estos días, al igual que otros Gobiernos europeos como Alemania, Portugal, Bélgica, Finlandia, Holanda por citar algunos de los más importantes.
"El éxito que tuvo Grecia la semana pasada cuando emitió bonos -colocó 5.000 millones de euros en títulos a 10 años y tuvo una demanda de 16.000 millones- ha contribuido a reducir los spreads. Vemos volúmenes crecientes de acuerdo con la caída de la volatilidad y la recuperación de la Bolsa", explica Alberto Viarengo, responsable de mercado de capitales para el sur de Europa de Royal Bank of Scotland
La buena acogida que han tenido las emisiones de deuda esta semana pone en evidencia tanto el apetito como la enorme liquidez dispuesta a invertir en renta fija. El mercado sigue abierto para todo el espectro de emisores y se espera que en las próximas semanas las empresas consideradas de alto riesgo (high yield) también protagonicen las colocaciones.
"El mercado de crédito sigue estrangulado. Las exigencias de los bancos son muy altas. Las empresas cada vez tienen más necesidad de recursos y hay movimiento de los bancos colocadores buscando empresas con necesidades de financiación", explica Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB experto en renta fija.
No sorprende que las instituciones financieras dedicadas a coordinar las ventas de deuda empresarial centren sus esfuerzos de marketing en el segmento de high yield -empresas con calificación crediticia por debajo del grado de inversión-, pues los grandes emisores con buena calidad crediticia aprovecharon las ventanas de liquidez abiertas el pasado ejercicio y la mayoría ya tiene cubiertas sus necesidades de financiación por un tiempo.
Société Générale estima que este segmento puede realizar emisiones récord por valor de 30.000 millones este año. De hecho, la animación vivida las primeras semanas de 2010 ha permitido que este tipo de colocaciones superen ya los 6.000 millones de euros.
"Hemos visto un principio de año activo en este segmento y luego se ha calmado porque hemos tenido semanas de volatilidad. En momentos de pánico los inversores tienden a retraerse por una cuestión de precio", explica Demetrio Salorio, director de mercados de capitales de Deuda de SG CIB a nivel mundial.
Las turbulencias financieras recientes con epicentro en Grecia no han supuesto el cierre del mercado de capitales como ocurrió en 2088 tras la quiebra de Lehman Brothers; sin embargo, sí frenaron la actividad, especialmente en el segmento de high yield. Una tendencia que los expertos esperan que cambie en breve.
"Muchos inversores están agazapados esperando que se calmen las cosas", añade Bernal. El trabajo que lleva emitir en el segmento de high yield, sector que requiere encuentros con inversores y presentaciones para explicar bien los riesgos, también ha llevado a muchas empresas a esperar a que concluya la temporada de resultados para poder incluir las cifras de 2009 en sus folletos de emisión. Otro motivo detrás de la ausencia de emisiones de este tipo en febrero.
De momento, ninguna empresa española de high yield se ha atrevido a dar el salto al mercado este año pero se espera que algunas empresas prueban suerte en las próximas semanas. "La recurrencia al mercado de capitales es cada vez mayor y aunque es menos complicado financiarse en el mercado bancario es prudente tener abierta la posibilidad del mercado de capitales por lo que pueda ocurrir. Esperamos ver más emisiones", explica Noelle Cajigas, responsable de mercado de capitales de BNP Paribas.
Las últimas emisiones de este tipo en España las protagonizaron Campofrío en octubre de 2009 con una colocación de 500 millones de euros y Abengoa -empresa que no tiene rating- el pasado noviembre con otra de 300 millones.
La mayor rentabilidad relativa que ofrecen estas emisiones en un momento de tipos de interés bajo hace previsible una buena acogida por parte de los inversores que buscan rentabilidades adicionales. "Creemos que hay bastante valor en el segmento high yield por varias razones. Por un lado, conforme vayan desapareciendo las incertidumbres la tasa de posibles impagos tenderá a reducirse. Por otra parte, el impacto de subidas de tipos de interés es algo menor en términos relativos en las emisiones de high yield", comenta Andrés Francoy.
La tasa de impago cayó en Europa al 9,7% en febrero desde el 10,7% del pasado mes de enero, según datos de Moody's, mientras que a nivel global se redujo al 11,6% desde el 12,5% del mes anterior. Estas cifras resultan muy superiores a las de hace un año. En febrero de 2009 la tasa de impago mundial era del 5,8% pero las previsiones apuntan a una fuerte reducción este año. Moody's estima que concluya el ejercicio en el entorno del 2,9%. Una buena noticia pues reduce el riesgo de invertir en bonos empresariales.
Las empresas españolas, no obstante, tendrán que trabajar duro para conseguir colocar sus emisiones. "Los inversores están siendo mucho más cautelosos. Los inversores miran el riesgo soberano antes de comprar un bono empresarial. España genera recelo. Sigue habiendo apetito pero son las empresas diversificadas como Iberdrola y Telefónica son las que consiguen más cantidad y mejores precios. Los inversores siguen buscando riesgos pero los emisores de high yield tiene que explicarlos bien a los inversores", añade Ignacio Moreno, responsable de mercado de capitales de Barclays Capital.
La avalancha de papel que se avecina también requiere apelar a la demanda internacional para garantizar el éxito de las emisiones pues la nacional es insuficiente para cubrir las emisiones, según explica este experto. Vienen meses de actividad y el inversor demanda información para seguir absorbiendo el papel que llega. Las ventajas de informar bien son evidentes. El Gobierno realizó una buena labor el mes pasado y la percepción internacional de España mejoró. Iberdrola y Telefónica también hacen sus deberes y colocan sin problemas. Toca trabajar.
Crece la competencia por captar recursos
Crece la competencia por captar recursos en el mercado. Después de un 2009 de emisiones récord tanto en el terreno empresarial como en el de la deuda pública vienen meses cargados de actividad.Los Gobiernos europeos necesitarán pedir prestado 1,45 billones de euros este año, una cifra superior al récord de 1,39 billones de euros de 2009, según Standard & Poor's. El Tesoro Español prevé unas necesidades financieras netas del orden de 76.800 millones, a lo que tiene que sumar también vencimientos por unos 126.000 millones más.En el terreno empresarial las estimaciones también hablan de emisiones millonarias aunque quizá algo inferiores a los máximos del pasado ejercicio. En 2009 el volumen total de emisiones en euros fue de 289.276 millones de euros incluyendo operaciones tanto de empresas con grado de inversión como high yield, según Société Générale. Este ejercicio el total emitido supera ya los 40.000 millones de euros y se estima que para final de ejercicio ronde los 200.000 millones en el terreno de las empresas con grado de inversión y los 30.000 en el área de las empresas de high yield. De momento el mercado lo absorbe todo pero se ha vuelto exigente. Esta semana La Junta de Andalucía, Castilla-La Mancha y Generalitat Valenciana emitieron bonos a 10 años a diferenciales superiores a los que obtuvieron Telefónica o Iberdrola, un indicio de la cautela de un mercado que prima la diversificación a lo puramente español.
La cifra
69,8 puntos básicos es el diferencial entre la rentabilidad de deuda alemana a 10 años y la española. En febrero rondó los 100.