"Somos más estrictos en el control de riesgos"
Banif reestructura sus procesos de inversión para limitar las pérdidas en las carteras de los clientes
La quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 quebró la confianza de muchos clientes de banca privada que habían invertido en productos referenciados invertidos en bonos de la entidad estadounidense. Banif hubo de compensar las pérdidas de sus clientes, y en paralelo inició un proceso interno para extremar la asunción de riesgo en las inversiones. Enrique Elósegui asumió la dirección del departamento de desarrollo de producto y tesorería de Banif con el objetivo de homogeneizar la oferta en renta fija y producto referenciado. Gran defensor de las estructuras que garantizan parte o todo el capital, reconoce que la oferta del banco es ahora más conservadora. Para limitar el riesgo, Banif construye sus estructuras sólo con emisores del propio grupo: Abbey National y Banesto.
¿Supone su llegada a este puesto un cambio de modelo?
"Hacemos estructuras con emisores del grupo: Abbey National y Banesto"
Más bien supone una adaptación a las necesidades de los clientes. Tras la crisis de 2008 hemos detectado que los clientes buscan más preservación de capital que rentabilidad. Son más cautos. El año 2009 supuso un regreso a la calidad, tanto en renta fija como en productos referenciados.
¿Qué oferta están proponiendo en productos referenciados?
Desde julio de 2009 hemos sacado una serie de productos con un horizonte temporal a tres años, con un parte importante del capital garantizado a vencimiento. Una parte entre el 70% y el 90% que vence al cabo de un año y te paga un cupón alto, un 4% o un 5%, y el resto está invertido en un producto que también paga cupones altos, pero ya referenciado a una cesta de valores, y que a vencimiento sí tiene un riesgo de pérdida del principal, pero sobre ese 20%. Hemos percibido que aunque los clientes siguen teniendo apetito por conseguir rentabilidades más altas, no quieren remuneraciones explosivas ni estructuras con riesgo del 100%. Así, para esta demanda tenemos productos como las estructuras garantizadas o algunos fondos como el Banif Selección 1, que garantiza el 95% del principal a un año y que da una rentabilidad adicional sobre una serie de acciones. Es normal que después de la tormenta perfecta el cliente sea más cauto.
¿Qué emisores están utilizando para construir la parte de renta fija de las estructuras garantizadas?
Estamos utilizando las emisiones del propio grupo Santander. Nuestros emisores son bien Abbey National Treasury Services, bien Banesto. Lo que le estamos diciendo al cliente es que existen emisiones de muy elevada calidad, pero lo que sí podemos controlar y ponemos la mano en el fuego por ello son las emisiones del propio grupo. Yo sé lo que tengo en mi balance y sé que no voy a sufrir el susto de pasar de una calificación de doble A a un quebrado en tres semanas.
¿Han notado una menor demanda de estructuras garantizadas tras la quiebra de Lehman?
Se ha notado un bajón, pero aún así hemos lanzado 75 productos en 2009. Hemos sido bastante activos para los tiempos que corren. Pero es cierto que la forma de venderlos ha cambiado.
¿En qué sentido?
Ha habido una reestructuración interna sobre cómo se hacen las cosas. Hemos extremado el control de la distribución de productos. No porque antes se hiciera mal. Banif ha cumplido escrupulosamente con la directiva de servicios de inversión Mifid. Sino porque Banif entendió que el riesgo del mercado en un determinado momento no se pudo controlar, porque ni los auditores, ni las agencias de rating, ni los supervisores, ni los reguladores hicieron bien su papel. Y si el mercado no te puede dar tranquilidad, al cliente de banca privada le tienes que dar un plus de seguridad. Por eso hemos asimilado estrategias de estricto control de riesgos. Por ejemplo, a través de la asignación de activos según el perfil de riesgo y perfiles de inversión o fijando ratios de liquidez para los diferentes productos. Lo que nos ha llevado a un proceso en el que nos hemos puesto los zapatos de los clientes para saber qué demandan, qué señales les puede dar el banco para tranquilizarles, dónde deben invertir, qué diversificación geográfica tienen o qué productos cuadran en sus carteras. Este proceso ha concluido con un plan para sistematizar los riesgos de los inversores. Evidentemente, los productos referenciados han pasado por ese proceso sistemático, lo que nos ha llevado a elaborar productos conservadores. Asimismo, hemos elaborado una lista de activos que recomendamos comprar, pero también vender.
¿Cree que en estos momentos, con los tipos tan bajos, es complicado gestionar una cartera conservadora?
El año pasado la renta fija ayudó mucho, porque los diferenciales se habían ensanchado. Este año sí va a ser complicado gestionar las carteras conservadoras. La renta fija corporativa ya no tiene recorrido, y nos vamos a encontrar con un entorno de subidas de tipos de interés. En cuanto a la Bolsa, aunque somos positivos, el inicio del año no ha sido muy prometedor. Aunque la gente que está invertida en carteras conservadoras no va buscando grandes rentabilidades. Tiene sentido tener productos referenciados dentro de una cartera conservadora, si no garantizado al 100%, sí al 95%, pero en una proporción baja. Sí vemos más diversificación geográfica.
"La Sicav sigue siendo eficiente"
El debate generado sobre la fiscalidad de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), cuyos beneficios tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades, hizo temer a la banca privada un endurecimiento de la tributación para los grandes patrimonios. Finalmente, esta fiscalidad ventajosa se ha mantenido, salvo en algunas comunidades autónomas como el País Vasco, que ha elevado su tipo impositivo al 28%. "Aunque depende del perfil del cliente, la Sicav sigue siendo un vehículo fiscalmente eficiente", afirma Enrique Elósegui. "Sigue ofreciendo ventajas, pero es uno más de los productos para la gestión de carteras. El vehículo Sicav sigue siendo el más eficiente y adecuado para un cliente con un patrimonio elevado", añade.Entre las herramientas de que dispone la banca privada para la gestión de patrimonios, Banif sigue apostando por la gestión alternativa y los hedge funds, incluso después del escándalo del ex financiero Bernard Madoff, que destapó la mayor estafa financiera de la historia."Me consta que Banif está estudiando este sector, porque es una alternativa de inversión que tiene cabida dentro de una proporción de la cartera, como un 20% entre hedge funds, materias primas y capital riesgo. Pero, sobre todo, lo que nos interesa es encontrar vehículos de gestión alternativa que cumplan con la normativa europea Ucits u otras normas que primen la liquidez del producto y una valoración periódica ajustada", subraya.