No desperdiciar la crisis
Los ingresos de la banca europea de inversión se desplomaron a finales de 2009. La fuerte contracción en la comercialización de renta fija, divisas y materias primas -que representa la mitad de los ingresos de la banca de inversión para Deutsche Bank y Credit Suisse- ha sido un duro golpe.
El nerviosismo del mercado sobre los déficits de los Gobiernos europeos debilita la demanda de bonos corporativos y de las ofertas públicas. Aunque puede también ayudar a revertir el descenso. Mientras que los mercados de crédito han perdido brillo, los negocios han sido muy ágiles en el tradicional aburrido negocio de la emisión y del comercio de deuda pública.
Desde comienzos de este año, el volumen de comercio de deuda pública y divisas relacionadas han aumentado mucho. La diferencia en el precio de compra y de venta también se ha ampliado. La brecha entre compradores y vendedores de deuda griega es más del doble de lo que era hace un año, según la información de Thomson Reuters.
La venta de deuda pública parece también que será una mina de oro este año. En las primeras siete semanas de 2010, los bancos registraron unas ventas récord de 78.000 millones de dólares para los Estados europeos, un 22% más respecto al mismo periodo del año pasado.
Para algunos países, la necesidad de financiación sin precedentes ha obligado a adoptar un nuevo enfoque. Antes de 2009, la gran mayoría de los bonos del Tesoro de Reino Unido se vendieron a los inversores directamente a través de subastas.
Un negocio de venta de deuda pública que no es tan lucrativo como la financiación de acciones o los bonos corporativos. Sin embargo, dará a los bancos de inversión europeos un refugio para pasar la tormenta.
Por N. Paisner