Crecimiento estratégico fundamentado en las autovías
La región apuesta por consolidar sus comunicaciones por carretera
Muchos son los frentes abiertos que tiene Navarra en materia de infraestructuras viarias. Y todos ellos reman hacia el mismo objetivo: aprovechar su enclave geográfico para erigirse como punto de referencia en el mapa nacional de carreteras. Por un lado, están las comunicaciones viarias de largo recorrido que enlazan la península Ibérica con Europa. Y, por otro lado, la consolidación de la región en el valle del Ebro.
Desde esta perspectiva, el Gobierno de la Comunidad Foral tiene claro que el correcto desarrollo de dichos ejes de comunicaciones favorecerán no sólo la accesibilidad de sus habitantes al resto de España, sino al crecimiento económico de Navarra, gracias a la mejora de la fluidez del transporte de mercaderías entre las comunidades autónomas vecinas. Así lo refleja la licitación oficial de la comunidad, que de enero a septiembre de 2009 creció un 48,8% respecto al mismo periodo de 2008, mientras que la media en el resto de España fue del 2,8%.
El impulso al mapa de carreteras navarro se traduce en cuatro grandes actuaciones: la Autovía del Camino (A-12), la del Ebro (A-68), la del Pirineo (A-21) y el eje de Belate (N-121-A). Obras todas éstas desarrolladas y concluidas en los últimos siete años, exceptuando la del Pirineo, cuyo final se estima para diciembre de 2011. Las cuatro vías, que suman 164 kilómetros, han supuesto una inversión de 791 millones de euros, habiéndose ejecutado más del 85% del segundo Plan Director de Carreteras en el se incluían.
Las cuatro vías proyectadas por el Gobierno han costado 791 millones
La Autovía del Camino, cuyos 72 kilómetros comunican Pamplona con Estella y Logroño, es la que se comenzó a construir antes (2006) y la más larga. Y según el propio Gobierno navarro, de importancia máxima, ya que permite a toda el área de Tierra de Estella contar con una buena comunicación con la capital autonómica y, a la vez, desarrolla un nuevo eje viario con Logroño y el Valle del Ebro.
Asimismo, la inconclusa Autovía del Pirineo es de vital importancia, ya que estructurará la zona oriental de la comunidad a la vez que habilitará las comunicaciones con el norte del valle del Ebro.
La continuidad de los proyectos ya en marcha en Navarra se debería traducir en el tercer Plan Director de Carreteras, actualmente en fase de alegaciones y que según fuentes gubernamentales se aprobará en los próximos dos meses. De aprobarse en su actual redacción, el documento contempla la inversión de 1.623 millones de euros hasta 2016.
La construcción de autovías, en suma, constituye un esfuerzo clave para el desarrollo de la región. "La Comunidad Foral de Navarra cuenta con 58 kilómetros de vías de gran capacidad por cada 100.000 habitantes, frente a los 13,6 de media en Europa", comentan desde el departamento de Obras Públicas. Un servicio que, según una encuesta realizada por el propio Parlamento de Navarra a finales de 2009, los ciudadanos consideran el segundo mejor de la región, sólo por detrás de la sanidad.
Siniestralidad
Desde 2006, el número de fallecidos en las carreteras de la Comunidad Foral se ha reducido en un 50%, alcanzando en 2009 la cifra de 35 muertos. A tal efecto se configuró un plan de supresión de los llamados puntos negros -los tramos de carreteras que concentran más siniestralidad-, en cuya elaboración participó la ciudadanía, identificando los puntos más temidos.
Empujón al Plan Navarra 2012
El plan de estímulo económico de la Comunidad Foral (Plan Navarra 2012), presentado en abril de 2008, supone una inversión en dotaciones sociales e infraestructuras públicas de más de 4.508 millones de euros durante cuatro años, que se añaden a las ayudas incluidas en el Plan E elaborado por Madrid.El 51% de dicha suma se incluye como actuaciones prioritarias del departamento de Obras Públicas. Las inversiones gestionadas por dicho departamento suponen, según estimaciones del propio Gobierno navarro, la creación de más de 11.000 empleos directos al año.
El tren de alta velocidad, cada vez más cerca
Una de las características que cada vez más países, incluido EE UU, admiran de España es la red de trenes de alta velocidad (TAV). La tarea pendiente de muchas regiones españolas está cada vez más cerca de convertirse en una realidad en Navarra.El presidente de la Comunidad Foral, Miguel Sanz, y el ministro de Fomento, José Blanco, firmaron en mayo de 2009 los protocolos que habilitan la construcción del corredor ferroviario de alta velocidad que comunicará Pamplona con Zaragoza, así como la nueva estación que se construirá en la capital navarra. Un plan cuyo coste superará los 1.500 millones de euros: 1.000 para la construcción del corredor de alta velocidad Zaragoza-Pamplona, 400 para la urbanización del bucle ferroviario de la comarca de Pamplona y 100 para la nueva estación de la capital navarra.El comienzo de las obras, eso sí, no está previsto hasta el primer semestre de 2011. Pero se siguen dando pasos al frente. El último, la aprobación este mes del plan de desarrollo del área de la nueva estación del TAV.