Washington anima a España a flexibilizar el mercado laboral
Solomont pide igual trato a firmas españolas y estadounidenses
Parte de la plana mayor empresarial española participó ayer en un coloquio de bienvenida a Alan D. Solomont, desde hace un mes y medio embajador de Estados Unidos en España. Javier Monzón (Indra), Alicia Koplowitz (FCC), Javier Gómez Navarro (Cámaras de Comercio) o Cayetano Ros (secretario de Estado de Comunicaciones) estuvieron presentes en un acto organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, presidida por Jaime Malet, quien destacó el nuevo clima de entendimiento entre los respectivos gobiernos.
Durante su intervención, y refiriéndose a su voluntad de que las empresas estadounidenses cuenten con las mismas oportunidades que las españolas, Solomont deslizó un recado del Gobierno de Barack Obama para el español: "el elevado nivel de la paro exige con urgencia progresos en materia de productividad y flexibilidad", lo que supone una llamada en toda regla a la reforma laboral. A juicio del embajador, el mercado de trabajo español "era en tiempos una ventaja competitiva en referencia a los bajos costes relativos, pero se está convirtiendo peligrosamente en un pasivo".
Liderazgo empresarial
Solomont destacó la creciente interrelación mutua, recordando que Estados Unidos es el primer inversor extranjero en España, país que ocupa ya el décimo lugar en EE UU, "y sigue creciendo muy rápido". En ese sentido, destacó el liderazgo de empresas españolas en sectores como las energías renovables, las infraestructuras (sobre todo, la alta velocidad) o el financiero, en todos los cuales "se está produciendo una entrada paulatina en EE UU".
A futuro, el embajador destacó que su Gobierno invertirá 15.000 millones de dólares anuales en la próxima década en energías renovables, "lo que ofrece grandes oportunidades de negocio para España". Como ejemplo de lo sucedido hasta ahora, explicó que las empresas españolas se han beneficiado de la mitad de los 1.500 millones de dólares en estímulos fiscales lanzados por Washington en 2009 en el sector de los molinos de viento.
Ampliar hacia el norte la aventura americana
Además de reclamar mejoras internas para que las empresas de su país compitan en España, Solomont se refirió al creciente papel que las multinacionales españolas empiezan a tener en la economía de Estados Unidos. Así, el embajador destacó que dichas empresas se encuentran "muy cómodas, por motivos evidentes" en América Latina, donde empezaron a instalarse a finales de la década de los años 90. "Lo que queremos es que las firmas españolas se sientan igualmente cómodas en Estados Unidos", destacó.En materia política, Solomont transmitió el mensaje de que los problemas del mundo son demasiado complejos para que los solucione EE UU por sí sólo, pero "ninguno se solucionará sin su participación", un cambio de rumbo que, a su juicio, ha sido celebrado por el resto de países.