_
_
_
_
La gran banca de EE UU admite errores antes de la crisis

Goldman: "Racionalizamos indebidamente los riesgos"

La primera lección aprendida es el hecho de que "se racionalizaron inapropiadamente los riesgos" que condujeron a la crisis. Esa fue una de las conclusiones que compartió ayer Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs, con la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera en el primer día de testimonios públicos. Blankfein admitió que esa mala racionalización de los riesgos se hizo incluso cuando se sabía que los estándares crediticios se estaban relajando, y en el caso de su banco, se empezaba a desconfiar del mercado de la vivienda en 2006.

Blankfein señaló que en aquella época, en la banca "nos íbamos a dormir después de acumular más riesgo del que ninguno querría tener". El responsable de Goldman se unió a Jamie Dimon, de JP Morgan, John Mack de Morgan Stanley y Brian Moynihan, de Bank of America.

Todos los banqueros dijeron tener una parte de culpa en la situación creada. Moynihan, que lleva menos de 15 días en el puesto, explicó que las instituciones financieras causaron "mucho daño" a lo largo de la crisis. Dimon dijo que en sus análisis no se contemplaba que los precios de las viviendas dejaran de subir.

Quizá el más explícito fue Mack, quien señaló que, mirando al pasado reciente, es evidente que muchas firmas tomaron muchos riesgos, se apalancaron mucho "y no tenían los suficientes recursos para gestionar esos riesgos correctamente". Mack fue claro, "nos atragantamos con lo que estábamos cocinando".

No obstante, los responsables de la banca no asumieron que la culpa era totalmente de ellos y culparon a los bajos tipos de interés, a la falta de una adecuada supervisión ("no hemos podido autorregularnos", admitió Mack) o al énfasis del Gobierno en promocionar la propiedad inmobiliaria.

La sesión fue muy tensa e, indudablemente, tuvo como protagonistas principales al presidente de la Comisión, Phil Angelides (ex encargado de las finanzas de California) y al propio Blankfein quien, después de admitir su parte de culpa, tuvo que montar la defensa de su vilipendiada firma y aseguró que la crisis había sido como un terremoto. Angelides le disputó la premisa de que aquello fuera fortuito o como se dice en EE UU "un acto de Dios". "Fue provocado por el hombre", espetó al banquero. El fuego cruzado entre ambos se inició prácticamente después de abrirse el turno de preguntas porque Angelides quiso resolver sin más preámbulos la cuestión más candente, esto es, cómo era posible que Goldman creara productos financieros que vendía a sus clientes pero ellos los eliminaban de su cartera. Blankfein dijo que esa era la misión de los "que hacemos mercado" pero Angelides le paró en seco y le recordó su responsabilidad de ofrecer buenos productos a sus clientes.

El presidente de la comisión resumió su parecer con una colorida metáfora: "me da la impresión de que ustedes venden coches con frenos defectuosos y luego venden el seguro para ese coche".

El presidente de Goldman dijo que no contaban con el apoyo del Gobierno para salir de la crisis pero anticipó que está seguro que dada la fragilidad del sistema financiero aún hoy el Gobierno volvería a intervenir en caso de que una empresa estuviera en dificultades. "Quizá no el año que viene". Blankfein reveló además que nadie regateó con ellos el pago que les debía AIG, un abono que se hizo al 100% y con dinero público.

La tasa financiera de Obama durará 10 años

Barack Obama tiene previsto anunciar hoy la creación de un gravamen fiscal para una veintena de instituciones financieras, las mayores del país, cuya cuantía dependerá del apalancamiento que mantengan estas firmas. Será una especie de tasa cuyo coste para la banca se extenderá durante una década y su montante final dependerá de las pérdidas que tenga el programa de capitalización de la banca (y la automoción). A día de hoy se estima que el nuevo impuesto puede reportar ingresos por 120.000 millones de dólares (82.755 millones de euros), a lo largo de los próximos 10 años.El objetivo es reducir el déficit de un Estado que ha acudido al rescate del sistema financiero. La banca ha tenido durante esta crisis ayudas que se pueden cifrar en billones de dólares y el TARP, el programa de capitalización de 700.000 millones fue solo una parte.Los expertos en fiscalidad consultados por la agencia Bloomberg consideran que las entidades financieras podrán sortear el nuevo gravamen, adopte la forma que adopte.Además, el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, sostuvo ayer durante su comparecencia en el Congreso , que no se puede penalizar a nadie con un impuesto y que está en contra de lo que va a proponer Obama.

Archivado En

_
_