No es oro todo lo que reluce en el ranking
Iván Bofarrull analiza el posicionamiento de las escuelas de negocios en las evaluaciones que realizan los medios de comunicación y anima a éstas a acentuar sus valores y el compromiso en el largo plazo
Como cada año, los medios de comunicación internacionales han publicado distintos rankings de escuelas de negocios. El del MBA suele ser el que atrae más audiencia. Este tipo de clasificaciones suponen una aportación positiva, ya que de las 12.000 escuelas de negocios que existen en el mundo, realizan una selección de como máximo 100, es decir, descartan a más del 99% de escuelas. Sin embargo, la proliferación desordenada de este tipo de herramientas puede provocar confusión y un efecto contrario al objetivo inicial, que es el de informar adecuadamente para tomar una decisión de calidad. Si realizamos un análisis de los resultados, entonces sí podemos extraer algunas conclusiones que podrían ser relevantes para los diferentes actores de la industria (estudiantes, escuelas, empresas). Desde 2004 hasta hoy, a tenor de lo publicado en estos rankings, pueden observarse tendencias significativas en cinco ámbitos: geografía, remuneración, diversidad, tamaño e investigación.
El mapa de escuelas de negocios, aunque lentamente, se torna multipolar. En 2004, en el ranking de MBA de Financial Times, el 56% de las escuelas listadas tenía sede en EE UU, un porcentaje que, cinco años más tarde, sigue siendo casi idéntico (55%). Por lo tanto, estamos en una industria donde el "país fundador" sigue teniendo un peso enorme. Sin embargo, si analizamos el top 30 del ranking encontramos cambios significativos: mientras en 2004 no había ninguna escuela con sede en países emergentes, en la última edición del ranking ya aparecían cuatro escuelas entre las primeras (dos de China, una de India y una de Singapur). En este mapa, el rol de las escuelas españolas, lejos de diluirse, se ha consolidado. No sólo las tres grandes han acentuado su protagonismo (Esade, IESE e IE), sino que EADA, ESIC o la sede española de ESCP-EAP también aparecen en algunos de los principales rankings.
Los salarios promedio de los ex alumnos de MBA han crecido menos que la inflación. En el año 2004, en el ranking de MBA de Financial Times, los ex alumnos de MBA de las 10 principales escuelas de negocios del mundo ganaban de promedio, tres años después de finalizar el MBA, unos 145.000 dólares, mientras que en 2009, los alumnos que se habían graduado tres años antes, en 2006, decían que ganaban de promedio unos 154.000 dólares. Es decir, tener un MBA cotiza en el mercado laboral un 6,5% más que hace cinco años, un incremento de valor que es inferior a la inflación acumulada. Se ha acentuado la diversidad en las aulas, pero sigue habiendo pocas profesoras. Uno de los aspectos a los que más énfasis se ha puesto en los últimos años es la adaptación de las aulas, en cuanto a alumnado y profesorado, a la diversidad, de procedencia geográfica y de género. Si analizamos nuevamente el top 10 mundial del ranking de Financial Times, observamos que en 2004, de promedio, las escuelas tenían un 29% de mujeres en las aulas (estudiantes) y un 43% de alumnos internacionales, mientras que en 2009 ya eran un 34% de mujeres y un 53% de alumnos internacionales. Sin embargo, si analizamos el profesorado, la progresión en cuanto a la internacionalización, que es similar a la de los alumnos, de un 44% a un 53%, no se mantiene en cuanto al porcentaje de profesoras, que no se ha movido prácticamente del 17%-19%.
El tamaño es retribuido. Uno de los análisis que podemos realizar es el de comparar el tamaño que cada programa MBA tenía en 2009 con respecto a 2004. Si al mismo tiempo observamos la evolución de dicha escuela en el ranking, veremos que hay una correlación positiva entre el incremento de tamaño y la posición en el ranking. El sistema ha retribuido a aquellas escuelas que han realizado un esfuerzo por ganar economías de escala. Los que investigan son los de siempre. Si hay algo en lo que prácticamente no ha habido cambios en los últimos cinco años es en la investigación. Según el ranking de Financial Times, entre las 10 principales escuelas de negocios en investigación en 2004, sólo había una escuela de fuera de EE UU, Insead. Cinco años más tarde, sigue habiendo sólo una, la London Business School. Las escuelas americanas siguen teniendo una ventaja importante en recursos financieros, gracias a la tradición de que ex alumnos y empresas efectúen grandes donaciones, lo que se traduce en mayor capacidad de investigación.
En conclusión, los rankings de los últimos cinco años nos relatan un panorama que va reflejando una creciente multipolaridad, pero en el que EE UU no cede su hegemonía fácilmente, muy fuertemente sustentado por la capacidad investigadora. El leve estancamiento de los salarios y la relevancia de las economías de escala podría estar apuntando a una cierta commoditización del sector. Al mirar las cosas con un horizonte más lejano en el tiempo, percibimos cambios, pero no tan bruscos como a veces pretenden los rankings. Esta realidad nos debería servir para mirar los rankings con mayor perspectiva y, al mismo tiempo, acentuar la reflexión sobre los valores, como el del esfuerzo o el compromiso, por encima de la orientación al resultado a corto plazo.
Iván Bofarrull. Director de Reputación Internacional en Esade