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Sergio Rodríguez. Jugador de los Sacramento Kings

"Volver a la selección no me quita el sueño"

Tiene 23 años y ya va por su cuarta temporada en la NBA. Mojo Picón -así lo apodó el fallecido comentarista Andrés Montes- atraviesa uno de los momentos más dulces de su carrera. El tinerfeño desborda desparpajo dentro y fuera de la pista

Se considera un hombre feliz. Y buena parte de la culpa la tiene el estar viviendo por cuarto año consecutivo el sueño de la NBA. Tras tres temporadas en los Portland Trail Blazers a las órdenes de un entrenador que no le concedió minutos, Sergio Rodríguez (San Cristóbal de la Laguna, Tenerife, 1986) atraviesa con los Sacramento Kings uno de los mejores momentos de su carrera. En los últimos partidos ha vuelto a demostrar la eficacia de su juego malabarista y descarado, acertado en el tiro y espectacular en las asistencias. Sergio nos cuenta desde California el balance de su particular sueño americano.

PREGUNTA. Ahora que ya lleva cuatro años jugándola, ¿puede decir que la NBA es como se la esperaba?

RESPUESTA. Llevo toda mi vida siguiendo la NBA, y poder jugar en ella es para mí un sueño hecho realidad. Aunque tu vida se reduce a jugar y entrenar, porque aquí el ritmo es endiablado.

"En nuestra profesión, el respeto se gana en la cancha"

P. ¿Tan exigente es la competición?

R. Es difícil acostumbrarse a jugar tantos partidos por semana. Durante siete meses estás aquí como un esclavo: te pasas el día entrenando y jugando un partido cada dos o tres días. Pero luego tienes cinco meses de vacaciones que te dan la vida.

P. ¿Qué tal se siente en los Kings?

R. Muy bien. El ambiente es muy bueno. Todos somos jóvenes, muchos llevan uno o dos años en la liga, lo que me hace más veterano que algunos de mis compañeros. Y, además, como hasta ahora hemos ido ganando, no surgen tantas tensiones como si hubiésemos encadenado malos resultados.

P. ¿Se ha ganado ya el respeto de los compañeros?

R. En Europa se exagera con la importancia del respeto en la NBA. Aquí lo importante es jugar. Si juegas, y juegas bien, no necesitas nada más. El respeto se gana en la cancha.

P. ¿Cómo ha evolucionado su juego desde que vino a EE UU? ¿Le han domesticado?

R. No, sigo siendo el mismo. Eso sí: he ganado confianza, he mejorado bastante y he tenido la oportunidad de jugar de manera consistente varios días seguidos sin tener miedo al fallo. Y ahora que empiezo a jugar más de diez minutos por partido, pues aún mejor. Además, el entrenador me da bastante libertad. No juego todos los partidos, pero cuando lo hago no voy atado. Creo que lo he hecho bien cada vez que he salido a la cancha. Así que ahora a esperar que me den más tiempo en pista.

P. ¿Con qué se queda de sus tres temporadas en Portland?

R. Con muchas cosas. Aunque no me llevase bien con el entrenador y su sistema de juego no fuese mi preferido, lo pasé muy bien. Cuando no ves el baloncesto igual que tu jefe es muy difícil conectar. Pero soy un profesional y tenía un contrato que cumplir.

P. ¿Sigue en contacto con Rudy Fernández?

R. Por supuesto. Hablamos mucho, aunque lógicamente no tan a menudo como cuando compartíamos equipo coincidieron una temporada en los Blazers. Pero nos vemos cada vez que podemos, igual que con el resto de los españoles que jugamos en la NBA. Cada vez que vamos a jugar a la ciudad de uno luego quedamos para comer o cenar.

P. ¿Cuándo le veremos otra vez en la selección española?

R. Pues no sé, está claro que me hubiese gustado ir al Europeo y seguir en el grupo, pero no ha podido ser. Ya se verá. Aunque tampoco es una cosa que me quite el sueño. Ahora mismo lo que me importa es jugar bien con los Kings.

P. Su hermano menor juega en las categorías inferiores del Estudiantes. ¿Qué consejo le daría si le surgiese la oportunidad de jugar en la NBA?

R. Elegir si das el salto a EE UU o no es una decisión delicada. Cada uno tiene que ver qué es lo mejor en cada momento y de acuerdo con sus propias circunstancias. Yo desde pequeño he querido jugar en la NBA, así que no lo dudé.

P. ¿Cuándo se verá completamente realizado?

R. Ya lo estoy. Mi objetivo es disfrutar con lo que hago y estar bien conmigo mismo, como me ocurre ahora. Mientras me sienta a gusto, gane partidos y juegue minutos, seré feliz.

De Mojo Picón a Spanish Chocolate

El currículum deportivo de Sergio Rodríguez es tan impresionante como precoz. Fue nombrado jugador más valioso (MVP, en sus siglas en inglés) en el Campeonato Europeo júnior de 2004 que conquistó una España capitaneada por el tinerfeño. Fue el jugador revelación de la ACB en la temporada 2004/2005 militando en el Estudiantes, equipo en el que se formó. Con sólo 19 años ganó el Mundial de Japón 2006, inscribiendo así su nombre en el grupo de los llamados chicos de oro. El fallecido Andrés Montes, que gustaba de poner motes a los jugadores, bautizó a Sergio como Mojo Picón. Y el oro de Tokio le valió, igual que a Jorge Garbajosa y más tarde a Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández y Marc Gasol, para dar el salto a la NBA: le escogieron en el draft los Phoenix Suns, que lo traspasaron a Portland.Pero no todas las estrellas españolas se quedaron allí. Raúl López, Garbajosa y Navarro se volvieron a Europa. Sergio, en cambio, ya va por su cuarta temporada en América. Se le conoce ahora como Spanish Chocolate -pese a estar patrocinado por la firma dietética Herbalife-. Fichó esta temporada por los Sacramento Kings, y aunque empezó el curso chupando banquillo, se ha ido ganando la confianza del entrenador, Paul Westphal. De hecho, no hace ni un mes que jugó el mejor partido de su carrera en la NBA, con 24 puntos y cinco asistencias en 24 minutos.Pero sus tres temporadas en los Blazers, donde no tuvo la oportunidad de brillar, le apartaron de la selección. Raúl López y Ricky Rubio ocuparon su lugar. Veremos si su progresión en los Kings le permite recuperar el puesto.

Números en la NBA

Puntos: 3,8 puntos de media en su carrera (6,6 en lo que va de año).Minutos: 12,6 de media (14,5 en lo que va de temporada).Asistencias: 2,9 por partido (3, 3 este curso).

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