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Turismo espacial

Ingravidez al alcance de particulares pudientes

El martes se presenta la 'SpaceShipTwo', que hará viajes suborbitales en 2010.

Ana Bru, que será la primera española en el espacio, con el empresario británico Richard Brandson, propietario de Virgin Galactic.
Ana Bru, que será la primera española en el espacio, con el empresario británico Richard Brandson, propietario de Virgin Galactic.

Ya no es gran noticia la existencia de turistas espaciales, puesto que siete personas se convirtieron en astronautas a golpe de talonario por cortesía de la Agencia Espacial Rusa. La semana próxima, sin embargo, esa opción se popularizará con la presentación de la primera nave de pasajeros privada dedicada al turismo espacial, la SpaceShipTwo, financiada entre otros por el cofundador de Microsoft, Paul Allen, y el propietario del grupo Virgin, Richard Branson.

Hasta el momento, los turistas espaciales han formado parte de expediciones formales y han tenido que cumplir las exigencias de los programas científicos, contribuyendo en la medida de sus posibilidades a la labor de los astronautas. Han tenido que pasar por una preparación física exhaustiva y pagado cifras importantes: el canadiense Guy Laliberté, creador del Circo del Sol y último turista espacial, abonó 24 millones de euros y por 12 días en una Soyuz y en la Estación Espacial Internacional.

La propuesta de Virgin Galactic, que comercializa los pasajes a bordo del SpaceShipTwo y espera construir siete naves más con crecientes capacidades y autonomía, es algo más modesta y asequible: 200.000 dólares (132.000 euros) por un cursillo de preparación, pruebas de resistencia a aceleraciones de 8G -que deben superarse para poder acceder al viaje- y un paseo suborbital de dos horas y media, de las que unos minutos serán en el espacio y con gravedad cero. Pese al precio, Virgin Galactic asegura haber recibido 65.000 solicitudes para acceder a las cien primeras plazas.

La WhiteKnightTwo, la nave nodriza que elevará a la SpaceShipTwo hasta los 50.000 metros de altura a velocidades varias veces superiores a la del sonido, ya lleva varios tests exitosos desde octubre del año pasado. El martes es la presentación oficial de la SpaceShipTwo en California, en lo que se anuncia como uno de los grandes eventos con los que Branson realza sus aventuras empresariales menos convencionales. Luego está previsto que la nave realice varios viajes de prueba que le garanticen los permisos de las autoridades aéreas estadounidenses antes de dar comienzo a los vuelos regulares, que partirán en algún momento de 2010 del único cosmódromo privado del mundo, el Spaceport America de Nuevo México.

La SpaceShipTwo culmina años de desarrollo de los proyectos espaciales privados. Con 100.000 millones de euros de facturación anual, la industria aerospacial supone una tentadora tarta para la iniciativa privada. De ello ha sacado partido hasta ahora sobre todo la Agencia Espacial Europea (ESA), que debido a los buenos precios de sus lanzaderas Ariane y sus instalaciones en la Guayana Francesa, acapara el 60% del mercado de lanzamiento de satélites.

El empresario más exitoso hasta el momento en este campo es Paul Allen, que entre sus empresas cuenta con Space Composites, la constructora del SpaceShipTwo. Esta firma se consolidó tras conseguir el premio de diez millones de dólares, el Ansari X, convocado para la primera nave privada que subiera por dos veces, en menos de dos semanas, hasta los 100 kilómetros de altura, donde se considera que comienza el espacio exterior. Allen invirtió más del doble de la cifra del premio en conseguir la victoria en 2004, y desde entonces su empresa se ha consagrado a desarrollar nuevos vehículos incluso con un coste humano: tres trabajadores fallecieron hace dos años en un accidente durante la construcción de la SpaceShipTwo.

La cifra

132.000 euros costará viajar en el SpaceShipTwo, un precio bastante inferior a los 24 millones pagados por el último turista espacial.

Ana Bru, primera española en el espacio

La agencia de viajes Bru&Bru Exclusive Travel Designer es la única comercializadora de los viajes de Virgin Galactic en España, y su directora, Ana Bru, se convertirá en la primera española en salir al espacio. Bru y su marido, Ramón Segarra, asistirán el martes a la presentación de la SpaceShipTwo en Mojave, California.Por el momento, su agencia cuenta con el mayor número de reservas en firme de Europa para convertirse en turistas espaciales, 12 plazas en total de las 300 que por ahora ha aceptado Virgin Galactic. El depósito mínimo para reservar plaza es de 20.000 dólares (13.200 euros).Entre los españoles que cuentan con un asiento en los vuelos de la SpaceShipTwo puede citarse también al alpinista vasco Josu Feijóo, el primer diabético que ascendió todas las cumbres más altas de cada continente. Entre las caras famosas internacionales con un puesto en la nave se cuentan el propio Paul Allen, el piloto de F-1 brasileño Rubens Barrichello o el diseñador francés Philippe Starck.Una estrella cuya fama está relacionada con el espacio, la actriz Sigourney Weaver (protagonista de la saga cinematográfica Alien), ha sido citada en varias ocasiones como aspirante a integrar una futura expedición de 14 días para circunvalar la Luna, también a cargo de Virgin Galactic, si bien este proyecto parece todavía una posibilidad lejana.

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