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Política económica de la UE

El fin de la barra libre del BCE y de los avales ponen a prueba a la banca

La banca española deberá hacer frente en 2010 al agotamiento de las emisiones con aval del Estado y al endurecimiento de la política del BCE. Los expertos prevén que se marquen con intensidad las diferencias entre las entidades más solventes y las más débiles, que encontrarán más obstáculos en el mercado de capitales.

La banca española ha contado durante este año con dos grandes ayudas a la hora de obtener financiación, que desaparecerán a lo largo de 2010 y que van a obligar al sector a buscar alternativas, previsiblemente más caras y no para todos los públicos. El BCE suprimirá ya en el mes de diciembre las subastas ilimitadas de liquidez a un año, a lo que se añade el agotamiento del programa de emisión de deuda con aval del Estado, un recurso de financiación especialmente valioso para las cajas.

El último reparto de garantías -concedido en octubre por 64.000 millones de euros- establece que las emisiones garantizadas deberán realizarse antes del 15 de diciembre, aunque las entidades financieras dan por hecho que se prolongará unos meses más ese aval. El Tesoro ha solicitado a Bruselas que el plazo para emitir con aval se amplíe hasta junio de 2010. Pero esta prórroga sería sólo temporal y no supondría un nuevo reparto de garantías como los vistos durante 2009. "Las emisiones con aval y las de cédulas hipotecarias cubrirán sólo el 60% de las necesidades de financiación de la banca para 2010", apuntan desde la dirección financiera de un banco mediano. En Société Générale, calculan que las emisiones con aval se recortarán desde los 38.000 millones de euros de este año a niveles de entre 5.000 y 10.000 millones en 2010.

"Tenemos mucha liquidez, esperaremos a lanzar una emisión con aval a la primavera", señalan en un banco mediano. Irene Pastoriza, del área de mercado de capitales de BNP Paribas, recuerda que aún quedan avales que no se han utilizado y prevé alguna emisión garantizada más en lo que queda de año. Pero la opinión generalizada de los expertos es que, una vez consumidos los avales, el mercado de capitales impondrá en 2010 una división muy marcada entre entidades. "Ahora hay más liquidez de lo normal, pero descenderá en 2010. Y entonces el mercado será muy selectivo y discriminará mucho", advierte Miguel Arregui, analista de AFI.

La alternativa a las emisiones con aval, sin olvidar el recurso tradicional de los depósitos, son las cédulas hipotecarias y la deuda sénior, la mejor situada a la hora de cobrar en una suspensión de pagos y que sólo se ha permitido emitir este año un puñado selecto de entidades: Santander, BBVA, Banesto, Caja Madrid y Sabadell. Bankinter ha sido el único en emitir deuda subordinada.

Los diferenciales se han recortado notablemente en 2009. Así, la emisión de deuda sénior lanzada por Caja Madrid en junio a 180 puntos básicos sobre el swap de tipos de los bonos se paga ahora en el mercado secundario a 74 puntos básicos. Pero los precios subirán para quienes no puedan competir. "No esperamos volver a los niveles de estrés de finales de 2008, pero sí esperamos un repunte de diferenciales a causa de una menor liquidez y del agotamiento de los avales", añaden en SG. Y para cuando ya no haya remedio, quedará el recurso a las inyecciones de liquidez del FROB, el fondo estatal para el rescate de la banca.

La cifra

80 puntos básicos podría alcanzar en 2010 el diferencial de la deuda española respecto a la alemana, desde los 61 actuales, según los expertos, lo que contribuiría a encarecer las emisiones.

Año récord de vencimientos

El nuevo escenario que se prevé para 2010 en el mercado de capitales -sin los salvavidas del BCE y de las emisiones con aval- va a coincidir con un volumen récord de vencimientos de deuda de la banca española. Las previsiones apuntan a vencimientos por 75.000 millones de euros, de los que más de la mitad serán deuda sénior y alrededor de un tercio, cédulas hipotecarias. "Son los vencimientos de la deuda a largo plazo que se emitieron en los años del boom crediticio", explican fuentes bancarias.La amortización de toda esa deuda presiona sobre la banca para lanzar emisiones para financiar esos pagos, si bien en el sector apuntan que los mayores importes corresponderán a entidades de gran tamaño, para las que ya han quedado abiertas sin grandes dificultades las puertas de los mercados de capitales. Además, según explica Irene Pastoriza, de BNP Paribas, "puede que no sea necesario refinanciar todos los vencimientos, puesto que también se aprecia una disminución en el balance de los bancos debido al descenso de la actividad crediticia". A los vencimientos de la deuda a largo plazo se añadirán los activos a un año emitidos por el BCE durante 2009. En la subasta de julio se inyectó liquidez a 12 meses a la banca europea por un volumen récord de 442.240 millones de euros. En cualquier caso, "2012 será un año de vencimientos mayores, será el de las emisiones avaladas de este año", apuntan desde el sector.

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