ING debería valer más como banco
ING podría valer más como banco a secas. Eso no fue lo que pensaron los inversores el 26 de octubre, cuando rebajaron un 18% el precio de la acción del banco y aseguradora holandesa con motivo de la noticia de que iba a vender su rama aseguradora, siguiendo las órdenes de Bruselas, y lanzar una ampliación de capital de 7.500 millones de euros. Pero esta dolorosa terapia de capital podría ser buena para el paciente.
Con el título a diez euros a miércoles, ING está vendiendo a más de 0,9 veces el valor en libro esperado para finales de 2009. Estos 27.000 millones de euros en valor bursátil del grupo es bastante menor a los 44.000 millones de capital que resultan de sumar los dos negocios del grupo -banca y seguros-. La balanza cuadra gracias a los 10.000 millones de euros en ayudas del Estado que actúa como corazón del ratio de capital Tier 1, además de la deuda de 7.000 millones del holding.
Esta valoración podría cambiar tras la reestructuración en dos tiempos de la compañía. La ampliación de capital se destinará a pagar la mitad del capital gubernamental, así como un recargo al Gobierno holandés y 1.000 millones más para pagarle por haber asegurado sus títulos hipotecarios tóxicos.
ING tiene cuatro años para pasar a la siguiente fase. Tiene que devolver los 5.000 millones de capital estatal restantes y eliminar los 7.000 millones de deuda que cuentan como seguro de capital. El total rondará los 14.000 millones.
El valor en libro del brazo asegurador es de 15.000 millones, así que ING tiene que ser capaz de venderlo a ese precio para poder hacer frente a sus obligaciones. Eso no debería ser demasiado para un negocio que dará 1.900 millones anuales en beneficios netos, de acuerdo con la correduría de Bolsa KBW.
La incertidumbre acerca de la venta forzosa y la ampliación de capital podría justificar un descuento. Pero la fortaleza de ING Direct y un precio de venta más incisivo para la aseguradora podría comportar que el riesgo sea, si acaso, muy pequeño.
Geroge Hay