Axa mueve ficha
Axa quiere los mejores activos de su filial australiana Axa Asia Pacífico (AAP), de la que posee un 54%. Su plan: reclutar un rival local para comprar toda la compañía por 11.000 millones de dólares australianos (10.000 millones de dólares) y luego recomprarla de nuevo.
El presidente ejecutivo, Henri de Castries, intentó hace cinco años comprar la parte de los minoritarios, pero los directores independientes denunciaron las irregularidades. El acuerdo propuesto daría a Axa el control total de la compañía y le permitiría mantener las operaciones en los mercados de Hong Kong y el sudeste asiático y deshacerse de los de Australia y Nueva Zelanda, ambos más maduros.
El acuerdo no es sencillo. Axa vende su participación del 54% en AAP a AMP, un grupo de seguros australiano, por 6.000 millones de dólares australianos en efectivo. AMP hace una oferta en efectivo y acciones para los minoritarios por valor de 5.100 millones de dólares australianos. Y Axa compra los activos asiáticos de AAP por 7.700 millones.
Axa sólo necesita generar 1.700 millones de efectivo. En teoría podría haber hecho una oferta en efectivo a los accionistas minoritarios de AAP y luego vender lo que no le interesa a AMP. El resultado final sería similar, pero Axa tendría que recaudar más dinero.
Los directores externos de AAP han rechazado la oferta, pero Axa y AMP aún pueden triunfar. Las acciones de AAP sólo aumentaron un 1% por encima del valor de la oferta de Axa y AMP. Un poco más de efectivo -o de acciones de AMP- sería suficiente para cerrar el trato.
Por John Foley