Socialismo 'made in USA'
Bernie Sanders, el único senador de EE UU que se autoproclama socialista, ha lanzado una propuesta de lo más capitalista para la reforma del sistema financiero. La propuesta de ley del senador por Vermont implica que las compañías lo suficientemente grandes como para que su bancarrota pueda amenazar a la economía o al sistema financiero no podrán ser protegidas por ayudas gubernamentales.
Eso suena lógico y simple, aunque ninguna de las propuestas que circulan por Capitol Hill han sido tan explícitas en pedir el fin de las ayudas públicas a las empresas privadas, que han llevado prácticamente a la nacionalización de Citigroup y American International Group.
Está claro que la ley de Sanders es intencionadamente provocadora. Pide que el secretario del Tesoro deje de identificar bancos, hedge funds y aseguradoras demasiado grandes para caer en bancarrota. En un año deberían ser partidas en trocitos cuya caída no perjudicase a la economía estadounidense.
Vermont no es sede de grandes grupos financieros, por lo que no sorprende que Sanders pretenda liderar tal legislación. Pero incluso si es tomada en serio, la propuesta se encontrará numerosas trabas auspiciadas por la industria de servicios financieros y por poderosos políticos.
Dicho esto, la filosofía de Sanders parece sensata. Despedazar a los grandes grupos financieros comportará la retirada de los injustos subsidios que reciben del Estado, reducirán los riesgos sistémicos y quizá fomentará la competencia por hacerse con clientes.
Dado el pobre rendimiento de los grandes conglomerados, quizá la iniciativa incluso beneficie a los accionistas. Aunque no deja de ser la sonrisa al capitalismo de un socialista.
Por Rob Cox