El 'regate' de GM fuerza la salida del presidente de Opel
El martes, el mismo día en que el consejo de administración de General Motors adoptó la decisión de quedarse con Opel, el presidente de la marca alemana, Carl Peter Forster, presidente de la compañía y de GM en Europa, aseguraba a los medios en Berlín que la compañía tenía la intención de vender a Magna. Lo mismo había augurado apenas un día antes ante otros interlocutores. Por eso, quizás fue él el principal sorprendido cuando se hizo pública la decisión. "Es un giro repentino difícil de comprender y me habría gustado un resultado diferente de las negociaciones", declaró Forster el pasado miércoles, el día siguiente, en una entrega de premios.
Desde entonces, su salida ha estado cantada, y el viernes, la compañía confirmó su marcha. La compañía iniciará la "búsqueda inmediata" de un nuevo primer ejecutivo, y recalcó que la hará fuera de la compañía. Forster aconsejará a GM en la búsqueda de su sustituto.
En España, los representantes sindicales en Figueruelas, por otra parte, lanzaron palabras de advertencia a la dirección de la compañía. El secretario de UGT en la planta de Figueruelas, Pedro Bona, advirtió ayer a GM que no se aceptarán recortes de producción ni despidos superiores a los acordados con Magna. El sindicalista, que representará a la fábrica aragonesa en la reunión que se celebrará el próximo viernes en Mainz, subrayó también que "el vicepresidente de Finanzas de GM Europa, Enrico Digirolamo, ha estado presente en las conversaciones y conoce de primera mano" los planteamientos.
Carrera
El presidente de GM en Europa y de Opel lleva cinco años en el cargo. Ha sido el responsable de llevar a cabo un ajuste que incluyó un ERE para más de 600 personas en Figueruelas.Forster se mostró partidario de la venta de Opel a Magna.