El BCE suprimirá ya en diciembre las subastas ilimitadas de liquidez a un año
El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra apuntaron ayer el inicio de la retirada de los estímulos cuantitativos con los que los dos organismos están impulsando la salida de la recesión. Aunque todavía no van a mover los tipos de sus mínimos históricos, las inyecciones de liquidez comienzan a moderarse.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo mantuvo ayer los tipos de interés de referencia de la zona euro en el 1%, el mismo nivel en el que llevan instalados desde hace medio año. No hubo, pues, ninguna sorpresa en este sentido en la reunión de ayer, pero el presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, comenzó a esbozar lo que será la retirada de estímulos monetarios, a medida que se afiance la incipiente recuperación económica. Así, el banquero francés afirmó que "no todas las medidas de liquidez serán necesarias en el mismo grado que en el pasado" conforme avance la salida de la crisis. La primera en retirarse será la subasta con plazo de un año, que terminará en diciembre. "Los mercados no esperan que las prolonguemos, y no diré nada que desvanezca el sentimiento del mercado", sentenció Trichet. Aunque la inflación de la zona euro sigue en mínimos históricos, Trichet teme que la lluvia de dinero que el BCE ha puesto a disposición de los bancos se pueda transformar en tensiones sobre los precios, una vez que la región vuelva a crecer de forma sostenida.
Las palabras de Trichet se imbrican en un moderado cambio de discurso por parte de las autoridades monetarias de todo el globo. También ayer, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, anunció la compra de 25.000 millones de libras en bonos empresariales, frente a las expectativas de 50.000 millones que manejaban los expertos consultados por Bloomberg. King afirmó que el organismo mantendrá la compra de activos "en observación", avanzando una progresiva aunque muy tímida retirada de los estímulos cuantitativos. Los tipos de interés del Reino Unido se mantienen en el 0,5%, su mínimo en cerca de tres siglos. El producto interior bruto del país cayó en el tercer trimestre un 0,4%, lo que, a diferencia de lo que sucede con Francia y Alemania, le mantiene en recesión técnica.
Los bancos centrales de Australia y Noruega han sido los primeros en elevar sus tipos de descuento, mientras que la Reserva Federal, que todavía no prepara un aumento del precio del dinero, sí dibujó el miércoles las condiciones en las que se produciría.
Los tipos de interés de referencia se mantienen en el 1% para apuntalar la recuperación
Dos años de medidas extraordinarias
Además de recortar los tipos de interés al mínimo histórico, el BCE se ha embarcado en hasta cinco medidas "no convencionales" de inyección de liquidez. En agosto de 2007, nada más arrancar la crisis financiera, puso a disposición de los bancos 95.000 millones de euros a un tipo fijo. En octubre pasado, tras el colapso de Lehman Brothers, estandarizó esa posibilidad de "liquidez ilimitada a precio fijo". La segunda medida fue ampliar la lista de activos aceptados como garantías colaterales, que hace elegibles hoy hasta 12,2 billones de euros en la Unión Económica y Monetaria.
Otra de las grandes novedades ha sido el aumento del plazo para la devolución de los fondos ofrecidos por el BCE, primero hasta seis meses y después hasta el año. La primera subasta con este plazo, en junio, supuso una inyección récord de liquidez de 442.000 millones de euros. Según avanzó ayer Trichet, la de diciembre será la última de este tipo de subastas. La cuarta medida implantada fue la provisión de liquidez en moneda extranjera, fundamentalmente en dólares estadounidenses. Finalmente, en mayo el BCE aprobó la compra directa de bonos empresariales, facilitando el acceso de las firmas a financiación de largo plazo, que les ayude a limitar los distintos periodos de maduración de sus activos y sus pasivos.