Deuda, productividad y negociación colectiva
En las últimas semanas se ha hablado mucho de los sueldos y de la productividad de los controladores aéreos en España. El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, afirma que los controladores aéreos son los culpables de la deuda de la empresa, pero dicha afirmación está muy lejos de la realidad. Si comparamos el incremento anual de la deuda con los costes de personal, se observa que el crecimiento de la deuda es ocho veces mayor que el de los costes. Habría que mantener el actual déficit de Navegación Aérea (según sus propios datos) durante más de un siglo para alcanzar el actual endeudamiento global de AENA.
Pero hay más, si confrontamos el crecimiento de la deuda con lo que se invierte en infraestructuras descubrimos cual es el verdadero origen de ésta. Y es que AENA ha invertido cifras astronómicas en ampliaciones y en construcción de nuevos aeropuertos, los cuales son insostenibles e inviables económicamente; es más, actualmente necesitaría destinar el 20% de sus ingresos durante los próximos veinte años para poder pagar la deuda producida en estas infraestructuras hasta ahora. Añádase el endeudamiento presente y futuro, fruto de las inversiones a las que ningún nuevo presidente de AENA o ministro de Fomento renuncia
Según datos de Eurocontrol, en los denominados documentos ACE (ATM Cost Effectiveness) donde se compara la productividad de los controladores europeos, los españoles no son de los menos productivos de Europa. Sin embargo sí que refleja que son los más caros de la UE, pero se ha de saber que esto se debe principalmente a las ampliaciones de jornada que AENA ha tenido que pactar con los controladores aéreos españoles. Teniendo en cuenta que el precio de las horas extras es superior al de las ordinarias, la dirección de AENA tiene una medida directa de rebajar las tasas de navegación: aumentar un 40% la plantilla.
USCA lleva tiempo denunciando que desde 2006 no se ha realizado ningún proceso de selección de nuevos controladores aéreos, a pesar de estar pactada dicha incorporación de efectivos. De hecho, la Escuela de Formación de Controladores se está quedando sin alumnos, y pronto sin profesores, por falta de nuevas incorporaciones. Con la Licencia æscaron;nica Europea, (Real Decreto 1516/2009 con el que pretende regular la profesión de los controladores aéreos), AENA espera que la entrada de profesionales de otros lugares de Europa abarate los costes, pero la realidad es que en Europa tampoco sobran controladores: los últimos cálculos estiman un déficit superior a 1.500 profesionales en Europa.
En otros países hace tiempo que se ha traspuesto la directiva de la Licencia æscaron;nica con un impacto prácticamente nulo sobre la incorporación de controladores extranjeros en dichos países. Sorprende que en nuestro país se amenace con incorporar a profesionales extranjeros en vez de formar y dar oportunidades de trabajo aquí, sobre todo teniendo presentes las cifras de paro en nuestro país. ¿De verdad pretendemos robarles los controladores a otros países en vez de producir los nuestros? ¿Esos profesionales van a venir seducidos por condiciones laborales peores?
AENA, en los últimos tiempos, ha emprendido la senda del enfrentamiento y la, denominada por sus responsables, recuperación de la gestión. A esa recuperada gestión unilateral de los recursos disponibles hay que atribuirle los escenarios de insuficiencia de personal que se han producido últimamente y los que se avecinan para principios del año próximo. Se avisa con tiempo para que nadie se engañe ni se culpe a los controladores de la reiterada incapacidad en la planificación y gestión de efectivos por parte del equipo gestor de Navegación Aérea ya manifestada en meses anteriores.
La Unión Sindical de Controladores Aéreos considera de vital importancia que la negociación de un nuevo convenio profesional fructifique y estabilice la profesión, pero para ello hay que negociar y no imponer, hay que respetar el marco jurídico y los acuerdos alcanzados con anterioridad porque, de lo contrario, los nuevos acuerdos serán papel mojado nada más firmarse.
A día de hoy, el equipo gestor de Navegación Aérea vulnera sistemáticamente todo aquello que no coincide con los objetivos empresariales, y además amenaza con expedientes y sanciones si el controlador no obedece y antepone la seguridad a otros factores.
En el escenario actual, difícilmente puede el presidente de AENA atribuirse el mérito de un papel mediador cuando en la reunión de presentación al colectivo con motivo de su nombramiento agotó cualquier posibilidad de tal opción en una actuación sin precedentes en la historia de los presidentes de AENA. La mediación en este caso, si se produce, debe producirse desde fuera de AENA.
Juan María García Gil. Presidente del Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA)