Comienza el juicio por el mayor fraude fiscal de la historia de Bélgica
El proceso KB-Lux, que juzgará el mayor caso de fraude fiscal de la historia de Bélgica por el que se sustrajeron al fisco unos 400 millones de euros, ha comenzado hoy, si bien las audiencias se tuvieron que suspender en dos ocasiones.
Primero el palacio de justicia de Bruselas tuvo que ser desalojado tras recibir una amenaza de bomba, cuyo origen aún se desconoce. Después de inspeccionar durante una hora el edificio sin hallar ningún objeto sospechoso, se levantó la alerta y se restableció el acceso al edificio.
Una vez reabierto el proceso, el tribunal volvió a suspender las audiencias hasta que dicte una ordenanza sobre el idioma que se empleará en el juicio, ya que hay tantos acusados flamencos como francófonos.
De los catorce acusados, once fueron dirigentes e importantes cargos del antiguo banco Kredietbank (actualmente KBC) y de su filial luxemburguesa, KB Lux, sobre quienes pesan diversos delitos, desde fraude fiscal y falsedad en documentos hasta pertenencia a una asociación de malhechores. Los otros tres implicados, que no se han presentado hoy al juicio, eran clientes de KB.
Por medio de un complejo mecanismo financiero basado en cuentas internas con seudónimo, los bancos presuntamente desviaban hacia Luxemburgo depósitos realizados en Bélgica, con el fin de eludir el pago de derechos y retenciones sobre los intereses producidos. En el transcurso de este proceso judicial está previsto que se celebren unas cuarenta audiencias.
Los once dirigentes bancarios imputados en este fraude -cuya instrucción comenzó en 1996- claman su inocencia y, aunque reconocen haber recurrido a mecanismos sofisticados de inversión o de operaciones bursátiles, aseguran que no han cometido ninguna infracción penal.