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Columna
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Dulces sueños

La propuesta de compra de Cadbury por parte de Kraft, de 10.200 millones de libras, probablemente augura el final de la independencia del confitero británico. Pero está menos claro que el codicioso grupo alimentario estadounidense tenga éxito.

La reacción de los mercados a la propuesta en metálico y en acciones de Kraft, impulsando las acciones de Cadbury, asume que la compañía jugará un papel en la consolidación del mercado de la confitería. El rendimiento de Cadbury está mejorando gracias al programa de recorte de costes iniciado tras la división de sus negocios de bebidas.

Dicho esto, el golpe inicial de Kraft -una prima del 31% respecto al cierre previo en Bolsa- está lejos de ser definitivo. Justificar una oferta más alta no debería ser demasiado difícil. Kraft está subestimando las probables sinergias. El indicado ahorro de costes de 625 millones anuales tiene un valor presente de 1.940 millones de libras. Es no cubre ni siquiera los 2.430 millones de libras de prima en la propuesta de 10.200 millones de Kraft. También habrá sinergias de ingresos.

Si Kraft puede justificar una oferta más alta ante sus propios accionistas, puede todavía luchar para ganar en Cadbury.

El componente accionarial es el asunto más delicado. Kraft es una compañía de 42.000 millones de dólares cuya operativa diaria podría probablemente absorber los 10.000 millones de dólares en acciones de la actual oferta sin indigestarse mucho. Y Cadbury tiene un registro más internacional que la mayoría de las corporaciones británicas. Aunque todavía unos dos tercios son fondos británicos. El dinero en efectivo será más atractivo para esas instituciones.

Pero la capacidad de Kraft para añadir más dinero en el mix es limitada. Kraft puede presumiblemente incrementar el componente monetario un poco, pero no será capaz de mejorar decisivamente el valor total y a la vez convertirlo principalmente en cash.

Estas obligaciones crean condiciones favorables para una contraoferta. Hershey, el productor de chocolate estadounidense, es demasiado pequeño para cerrar un acuerdo por sí mismo pero una oferta con la suiza Nestlé, que podría así hacer frente a los obstáculos regulatorios, es posible. Roger Carr, el nuevo presidente de Cadbury, y Todd Stitzer, el consejero delegado, tienen el mercado de su parte al rechazar este particular acuerdo, pero no cualquier acuerdo.

Por Christopher Hughes

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