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Columna
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Terapia compradora

No hay nada como ir de compras cuando estás de bajón. AP Moller Maersk, el conglomerado naviero y petrolero, parece que está preparando compras tras anunciar pérdidas de 548 millones de dólares en el primer semestre. Pero el anuncio sorpresa de una colocación de acciones de 1.600 millones de dólares indicaría una más profunda inseguridad por la financiación.

El grupo, uno de los más conservadores financieramente de la industria, desea estar protegido de las preocupaciones financieras. Pero también quiere sacar ventaja de las atractivas oportunidades de inversión que espera que se presenten.

Construir una caja específica para compras puede que no parezca el camino a seguir. Dejando a un lado los beneficios terapéuticos de ir de compras, la decisión de aumentar capital deja serias dudas acerca de la industria naviera.

Primero, destaca la postura cada vez más pesimista del grupo con los buques portacontenedores. Nils Anderson, el presidente ejecutivo, ha descrito el malestar de la industria como de proporciones históricas. Ahora quiere expandirse en operaciones de petróleo y gas.

Maersk está también preocupado por su balance. La deuda neta de la compañía se espera que alcance 3,4 veces el Ebitda a finales de año.

Finalmente, Maersk podría querer emitir bonos. Los recientes 1.600 millones de dólares de capital le harán un emisor más atractivo. Pero la recaudación de fondos también sugiere que Maersk tiene todavía miedo de que los mercados financieros se congelen.

Maersk saldrá probablemente mucho más fuerte tras la colocación. Comparado con sus más preocupados rivales, está en una buena posición para comprar. Pero sus ansiedades no son buena señal para la industria.

C. Courcoulas

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