La familia Serratosa se plantea vender parte de Uralita para amortizar deuda
La familia valenciana Serratosa tiene un plan sobre la mesa para reducir la presencia de su holding inversor, Nefinsa, en la firma de materiales de construcción Uralita, en la que controla el 79,06%. Fuentes cercanas a la empresa aseguran que la operación se plantea a medio plazo debido al actual precio de la acción. El doble objetivo es hacer caja para amortizar deuda y dar mayor liquidez al valor.
El momento actual de profunda contracción en el sector de la construcción no sopla a favor de la familia de empresarios Serratosa al timón de la firma de materiales de construcción Uralita. Su esfuerzo inversor a través de Nefinsa para alcanzar el 79%de la compañía, con la opa de noviembre de 2007 en la que pagó 500 millones por un 35,7% adicional, debía amortizarse en buena parte con los dividendos de la propia Uralita. El problema es que los beneficios de la participada, y por tanto la remuneración al accionista, se ven mermados por la crisis de la construcción.
Fuentes conocedoras de la compañía aseguran que esta situación ha movido a la cúpula de Nefinsa, en la que participan Emilio Serratosa y sus hijos Javier (presidente de Uralita) y Gonzalo (director de Nefinsa), a estudiar distintos escenarios para generar ingresos extraordinarios. Uno de ellos sería el de adelgazar su paquete accionarial enUralita, aunque las mismas fuentes comentan que Nefinsa evitaría bajar del 50,01%.
Tanto si se abre la puerta a un nuevo socio que comparta capital con Nefinsa (79,06%), Caja Duero (5,04%) y Atalaya Inversiones (sociedad de inversiones participada por distintas cajas de ahorros que controla un 5%), o se decide ampliar el capital flotante desde el 10% actual con una venta de acciones en el mercado, la entidad tratará de mover ficha a precios más atractivos que los actuales.
La cotización de Uralita cerró el pasado viernes en 4,17 euros por título, lo que implica una minusvalía latente del 40,9% respecto a los 7,06 euros que los Serratosa pagaron en la citada opa.
El año pasado, con un resultado neto afectado por las provisiones, ya se elevó el pay out hasta el 50%, desde el 40% que esta cotizada tiene marcado como política habitual. Tras ese movimiento se pudieron distribuir 0,10 euros brutos por acción, frente a los 0,43 euros de 2007 y los 0,24 euros de 2006, dos años en los que el pay out fue del 100% por motivos extraordinarios como fue el primer centenario de la empresa.
En torno a otras posibilidades para hacer caja, fuentes del sector de la construcción afirman que Uralita se está planteando la venta de alguna de sus divisiones: "El negocio más atractivo y queUralita no quiere perder es el de aislantes [53% de las ventas totales], y elmás afectado por la crisis y difícil de colocar es el de tejas. La opción para salir almercado es la división de yeso", afirman.
Un extremo que es automáticamente desmentido en versión de la entidad: "A día de hoy no existe mandato de venta sobre ninguna división ni orden de que sean tasados los negocios para ponerlos en venta, aunque el contexto es el que es y cualquier empresa está preparada para adaptarse", afirman fuentes internas.
El área de yeso, en la que Uralita explota marcas de gran éxito como Pladur y Algíss y cosecha el 21% de su facturación, tiene como segundo partícipe a la cementera francesa Lafarge, que dispone de un 40%. Se trata de una rama de negocio estratégica ante el esperado repunte en la actividad relacionada con las reformas en viviendas y por su posición de liderazgo en España. Desde Lafarge han eludido hacer comentarios sobre hipotéticos cambios relacionados con su alianza.
Las cuentas del primer semestre de Uralita arrojaron unas ventas de 358,5 millones (un 33% menores que las de junio de 2007), un Ebitda de 47,8 millones (un 50% menos) y un beneficio neto de 2,6 millones (un 94% menor). La deuda es de 272 millones, lo que multiplica por 2,4 el citado Ebitda.
Una vuelta de tuerca para mejorar el rendimiento
El beneficio de Uralita en 2008 (2,6 millones) se vio afectado, entre otras cosas, por la dotación de provisiones por 20 millones para acometer una reestructuración en la compañía. Ese plan de mejora ya se ha plasmado en una subida del Ebitda en el segundo trimestre, que fue de 27,5 millones frente a los 20,3 millones cosechados entre enero y marzo. Fuentes de la compañía indican que para el segundo semestre se espera la consolidación de esta línea ascendente a base de recortar gastos fijos, costes de personal y mejorar la gestión de precios.Cmo amenaza continúan apareciendo la desaceleración de la construcción y la dificultad de transferir al precio de sus productos el incremento del coste de las materias primas.