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Columna
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¡Qué suerte ha tenido el BBVA!

Hablemos de suerte. El BBVA está listo para tirarse en picado sobre uno de los mayores bancos independientes de Texas: Guaranty Financial. Se trataría del primer trato de un banco extranjero operado por el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC). Aún no está claro qué negocio hará el BBVA con la prestamista de 15.000 millones de dólares. Pero con sus rivales gringos contra las cuerdas, parece que la posición del banco español es buena.

Un buen acuerdo con Guaranty también reivindicaría la expansión de BBVA al norte de México. Su división Bancomer ya ha vencido a su rival Banamex, de Citigroup, en su lucha por la supremacía en México. Pero sus compras en EE UU aún no le han convertido en un buen contrincante en dicho mercado.

Inició su aproximación en 2004 con la absorción del banco Laredo National por 850 millones de dólares -un precio exagerado, casi tres veces su valor en balance-. Dos años más tarde adquirió dos bancos tejanos por 2.600 millones de dólares, incluyendo el Texas Regional, por el que pagó 3,3 veces su valor en libros. Un año después se gastó un dineral de forma aún más extravagante, pagando 9.600 millones -3,5 veces su valor- por el Compass Bancshares de Alabama.

La oportunidad de recortar costes por solapamiento y de añadir 160 sucursales a su huella en Texas y California hacen que las anteriores operaciones del BBVA en EE UU parezcan inteligentes. De hecho, Iberian Equities estima que si prospera el acuerdo el BBVA podría recortar 95 millones de dólares, o al menos un cuarto del coste de base anual de Guaranty. Eso le da una mayor libertad para ofrecerle al FDIC la oportunidad de recuperar más pérdidas de Guaranty de las que lograrían algunos rivales sin operaciones extensivas en Texas, como US Bancorp.

Mientras, otros rivales como Citigroup o Bank of America están limitados por el capital y tienen las manos atadas por los reguladores. Las compañías privadas tienen menos oportunidades por las sinergias.

Todo ello ha dejado al BBVA en una posición mucho más favorable que cualquier otro banco extranjero. Cuando la FDIC le pegue un repaso a Guaranty, destripe su balance general y le entregue la carcasa al BBVA, los accionistas del banco español podrán considerar que realmente han tenido mucha suerte.

Rob Cox

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