En una comparecencia ante los medios en Pontevedra, Rajoy lamentó que, "tras un año de conversaciones" en torno a la mesa de diálogo social, el resultado sea "nada" y e hizo "responsable" de esta situación al Gobierno, por negarse a hablar "de asuntos importantes" y a acometer reformas "estructurales" para que España salga de la crisis "con mayor celeridad".
"Empresarios y sindicatos defienden sus intereses y la obligación del Gobierno es intentar que lleguen a un acuerdo", subrayó el líder 'popular' y criticó la "incapacidad" del Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero para sacar adelante esta tarea. A su juicio, esta situación es "muy negativa" en plena crisis porque "genera mucha desconfianza en la economía".
En este sentido, manifestó su deseo de que, tras el Consejo de Ministros del próximo jueves, Zapatero dé explicaciones por la "evidente persecución del Gobierno al PP", pero también para anunciar una "rectificación a fondo" de su política económica, basada, a su entender, "en la línea única de aumento indiscriminado del gasto público".
Convencido de que esta política supone "una hipoteca" para el futuro de los españoles, Rajoy reiteró que España "es cada vez más pobre" y "corre el riesgo" de crecer menos que los países de su entorno. En este escenario, recetó "austeridad" y pidió a Zapatero el impulso de reformas "estructurales" en la economía que permitan a los españoles "levantarse del suelo".
"Me gustaría que el jueves se aprobasen medidas ajenas a la propaganda", reflexionó e incidió en la necesidad "urgente" de una "rectificación a fondo" en política económica en España. "Una rectificación como se necesitaba en política antiterrorista y se hizo", sentenció.