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Crónica de Manhattan

¿Una subida de sueldo ahora?

En 2007 la mayoría demócrata en el Congreso consiguió algo que llevaba intentando desde hacía años: elevar el salario mínimo federal, algo que no ocurría desde 1997. Es con el que se suele abonar el trabajo temporal, estacional, el de los estudiantes, el de un buen número de mujeres y llevaba años en 5,15 dólares la hora porque no hay actualización a la inflación. La legislación para subir este mínimo federal se incluyó, de rondón, en una disposición para financiar a las tropas en Irak y preveía una subida en tres etapas.

Primero se elevó en julio de 2007 a 5,85 dólares. En julio del año pasado se subió a 6,55 y el próximo viernes, día 24, llegará a su tope: 7,25 dólares por hora trabajada. Aún con estas alzas, una vez ajustado a la inflación estará por debajo del que se pagaba en los sesenta que hoy habría sido de nueve dólares.

La última subida llega en un momento que muy pocos habían anticipado, una crisis como ninguna otra tras la II Guerra.

El paro puede sobrepasar el 10% en cualquier momento, los empresarios están recortando horas de trabajo e imponiendo reducciones de jornada para no acabar con sus plantillas pero rebajar así sus costes. El empleo juvenil también está bajo mínimos y este verano hay poco trabajo para estudiantes que normalmente aprovechan estas fechas para ganar algo de dinero con el que reducir la deuda con la que financian sus estudios.

Quienes nunca defendieron la subida del salario mínimo piensan que ahora ésta tendrá un efecto devastador sobre el empleo. Se destruirán más puestos de trabajo y se reducirán los que se crean en niveles bajos y que suelen ser compensados con el salario mínimo. Los empresarios, tenderán a pasar los costes al producto final. Desde luego, un mal escenario en estos tiempos de crisis. En algunos foros de expertos ya se empieza a extender la idea de que lo conveniente es que el Congreso congelase esta subida hasta mejor coyuntura.

No es algo que el Gobierno vaya a aceptar. Hilda Solis, la titular del Departamento de Trabajo, ya ha anticipado que está contenta con la subida y Barack Obama prometió en la campaña un aumento hasta 9,50 dólares en 2011. En realidad, la subida afecta a poca gente. El salario federal es un mínimo para todos los estados pero cada uno puede tener el suyo siempre que no esté por debajo del aprobado por el Congreso. De hecho, la subida se aplicará en 30 de los 50 estados por que el resto ya lo tienen y en varios el salario mínimo es superior al fijado a nivel federal. The Economic Policy Institute, una institución de estudios progresista, estima que solo 4,5 millones de personas ganaba menos de 7,25 dólares a la hora.

El alza es un estímulo a las rentas más bajas, las que tienden a gastar toda su renta porque no tienen capacidad de ahorro. Con algo más en la cartera, el consumo puede animarse. Se estima que las dos subidas anteriores permitieron aumentar el gasto por 4.900 millones.

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