La junta de accionistas de Corporación Financiera Alba da luz verde a la exclusión bursátil
El ‘holding’ inversor de la familia March cuenta con participaciones en empresas cotizadas, a lo que se le añade el tener presencia en otras firmas que están al margen de los mercados y el ser propietarios de inmuebles en zonas de primer nivel
Cuenta atrás para que los mercados españoles dispongan de otro miembro menos. En esta ocasión, la Corporación Financiera Alba, el brazo inversor de la familia March, será el próximo nombre en engrosar la últimamente concurrida lista de cotizadas que abandonan los parqués. La aprobación del acuerdo de excluir de negociación todas las acciones de Alba de las Bolsas, una decisión que este jueves ha sido sometida a votación de la junta de accionistas, no ha sido ninguna sorpresa. El resultado ya estaba sellado, dado que la práctica totalidad del capital de Corporación Financiera Alba descansa en manos de los propios impulsores de la exclusión, la familia March, con el 94,46% de los títulos en su poder, según explicaron en el documento que acompañó al anuncio de la operación. Tal y como ha detallado la todavía cotizada a la CNMV, la oferta se dirigirá finalmente de forma efectiva a un número máximo de 3.053.610 acciones de Alba, representativas del 5,06% de su capital social, al quedar fuera de la ecuación el porcentaje de los March y la autocartera.
En el documento del anuncio, se explicaba que el principal motivo detrás de la exclusión es, precisamente, la dominancia en el reparto accionarial que tienen los March en la Corporación Financiera Alba. “La reducida dispersión accionarial actual impide que se alcancen niveles de difusión y de liquidez adecuados para la correcta negociación bursátil de las acciones de la Sociedad, como evidencian los bajos volúmenes de contratación. La falta de liquidez y los bajos niveles de contratación y volumen de negociación impiden además que el precio de cotización de las acciones refleje el verdadero valor de la Sociedad lo que, en opinión del Consejo de Administración, no beneficia a la Sociedad ni a sus accionistas, al haberse constatado también que esta falta de liquidez ha provocado una reducción relevante del seguimiento de la acción por parte de analistas y de expertos”, justificaban.
El valor de mercado al que cotizaba Corporación Financiera Alba dista mucho de lo que los March han puesto sobre la mesa a cambio de sacarla de la Bolsa, dando credibilidad así a que realmente piensan que los mercados no estaban reflejando el valor real de su firma. El día previo a poner en precio la oferta de exclusión, las acciones de Corporación Financiera Alba valían 46,9 euros por cada una, lo que la otorgaba una capitalización de 2.828 millones de euros. Con una oferta pagadera en efectivo de 84,2 euros por cada título, la prima es del 78,8%, mientras que el valor total de la empresa rondaría los 5.000 millones de euros.
La explicación de cómo llegaron a la conclusión de que ese y no otro era el precio razonable está desglosada en el informe que los March encargaron a Grant Thornton para que cuantificara el valor de la cotizada. Cada uno de los métodos de análisis arrojaba una cifra distinta. Por ejemplo, según el valor contable, la oferta debería haber sido de 78,7 euros, pero el método que más se acercó a la realidad a juicio de los March dada la naturaleza de Corporación Financiera Alba, un holding en el que agrupan las principales inversiones de la familia, fue el conocido como suma de las partes. Este método consiste en agregar el valor de las distintas propiedades, participaciones y activos de la firma. “En este sentido, el resultado de la valoración de todas las clases de inversiones de la Sociedad (esto es, participaciones directas en empresas cotizadas, participaciones minoritarias en empresas no cotizadas, fondos gestionados por terceros e inmuebles) está entre 4.969,9 y 5.185,6 millones de euros”, concluyeron los expertos de Grant Thornton.
Tras este nuevo paso en el proceso de exclusión, resta que el Consejo de Alba formule la oferta y la presente ante la CNMV para que el supervisor la estudie en profundidad. De obtener la bendición de la CNMV, la pelota quedaría en el tejado de los accionistas minoritarios a los que va dirigida la oferta. No obstante, al tener más del 90% de aceptación atado, los March podrían en virtud del artículo 47 de la legislación sobre opas obligar a una aceptación forzosa en caso de negativa.
Así, salvo que la CNMV se oponga, todo apunta a que el mercado se dispone a despedirse de uno de los pesos pesados de la inversión en nuestro país. Analizando la cartera de Corporación Financiera Alba en detalle. En lo que a presencia en Bolsa se refiere, la empresa está en el accionariado de nueve cotizadas. En concreto, ostenta el 19,3% de Acerinox, el 13,7% de Cie Automotive, un 14,5% de Ebro Foods, el 5% de Colonial, un 14,35% de Viscofan, el 0,1% de Naturgy, el 10% de Befesa, un 5,6% de Global Dominion y un 5,5% del capital de Technoprobe. Además, Alba es propietaria el 33,3% del fondo March PE I, del 21,7% del March PE II y del 33,7% del fondo Artá Capital Fund III.
Ya al margen de la Bolsa, Alba es dueña del 10,5% de Atlantic Aviation, de un 13,7% de ERM, de un 25% de Parques Reunidos, el grupo propietario del Parque de Atracciones de Madrid. Completan su cartera de empresas no cotizadas un 23,7% de Profand, el 25,7% de Rioja y un 6,2% de Verisure. Por otro lado, a través de la sociedad Deyá IV, participan en la empresa de alimentación Facundo (31,7%), Adlanter (46,5%), Nuadi (37,4%), Vitaly (21,4%), In Store Media (18,9%), Alvic (7,8%), Satlink (7,2%) y Food Delivery Brands (3,1%). Por último, tienen en su haber seis grandes edificios, de los cuales, tres de ellos están en pleno Paseo de la Castellana.
Más allá de la acusada discrepancia entre el valor que el mercado venía otorgando a Alba y lo que la compañía valía a juzgar por los cálculos de Grant Thornton, otro de los motivos que los March han esgrimido a la hora de justificar el abandono del parqué es el ahorro de costes. Con dejar de cotizar, la consultora calculaba que Corporación Financiera Alba se ahorraría entre 6,6 y 7,2 millones de euros.
Recientemente, ya con la opa de exclusión anunciada, Alba firmó un último movimiento de calado. El brazo inversor dedicó esta misma semana 600 millones a hacerse con el 6% del grupo de colegios de élite privados Nord Anglia. Con esta apuesta, Alba aseguraba que conseguía profundizar en su “estrategia de invertir en empresas internacionales líderes en su sector, con una elevada solidez financiera y un notable perfil de crecimiento y rentabilidad a largo plazo, siempre junto a socios de primer nivel”. Una declaración de intenciones que apunta a que el final de su andadura en Bolsa no será el fin de su apetito inversor.