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Ayudas públicas

EE UU rebaja el alcance del plan de compra de activos 'tóxicos'

Cuatro meses después de su presentación, el Tesoro de EE UU ha estrenado el plan público-privado de compra de activos tóxicos de la banca, conocido como PPIP, por valor de 40.000 millones de dólares. El programa, ampliamente criticado y de cuya eficacia se duda, nace con unos objetivos menos ambiciosos que los anunciados en marzo.

El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy GeithnerBLOOMBERG

Para cumplir los sugerencias hechas en foros internacionales, especialmente en el FMI, el Gobierno de EE UU presentó en marzo un plan para eliminar los activos tóxicos, sobre todo las titulizaciones de deuda hipotecaria, de los balances de la banca. De acuerdo con las guías planteadas entonces, el programa conocido como PPIP (Public Private Investment Program), establecía un compromiso del Gobierno de promover y financiar las compras de estos activos por un valor cercano que podía llegar a 100.000 millones de dólares. Así se apoyaba la iniciativa privada que sería la encargada de adquirir estos activos. Al final, el Tesoro de Tim Geithner, solo compromete con 30.000 millones de dólares.

De este total, 10.000 millones es capital que se concederá a los gestores que compren estos títulos y que deben aportar un capital equivalente al que concede el Estado a través de captación entre inversores institucionales, planes de pensiones o financieras de Universidades. Los 20.000 restantes será financiación para un plan que suma así un total de 40.000 millones de dólares ampliables, según el Tesoro, en caso de que así lo requieran las circunstancias del mercado.

Las autoridades han desvelado que las nueve grandes firmas que participarán en el programa son BlackRock, Invesco, AllianceBernstein, Marathon Asset management, Oaktree, RLJ Western Asset, TCW Group, Wellington Management y un consorcio entre Angelo, Gordon & Co y GE Capital Real Estate. Además, se ha elegido a otras 10 pequeñas gestoras más para dar igualdad de oportunidades en una inversión muy apalancada con dinero público, que apenas tiene riesgo privado y que según Larry Fink, de BlackRock, es una oportunidad de conseguir una rentabilidad de casi el 20%.

De la lista se ha descolgado Pimco, el mayor gestor de renta fija del mundo. Bill Gross, su codirector de inversión, señaló en el pasado que participar en el PPIP era un oportunidad de ganancia segura. Pimco se retiró por "las incertidumbres en el diseño del plan".

Lo que es cuestionable es su eficacia. La mayoría de los bancos ha recogido en sus balances el desplome del valor de sus títulos y retirarlos ahora no le soluciona tanto las cuentas. Además, les elimina una posible fuente de revalorización. La gran banca ha mostrado poco interés en vender, sobre todo al que puede ser un precio de saldo que oferten los gestores apoyados por el Gobierno.

AIG negocia la venta de Alico

AIG ha vuelto a retomar las negociaciones para vender a Metlife una de las joyas de su corona, según el diario FT. Se trata de Alico, una filial de seguros de vida que ya intentó vender a principio de año a su competidora. AIG tiene interés en esta venta porque ha de deshacerse de sus mejores negocios para rebajar su tamaño y conseguir capital para devolver al Gobierno de EE UU los miles de millones con los que evitó su caída el año pasado.Según el diario británico, la venta de esta filial, con operaciones en más de 50 países de los que se excluye EE UU podría permitir a AIG embolsarse 15.000 millones de dólares con los que podría ir rebajando su deuda con los contribuyentes estadounidenses.

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