La bajada de rating entorpece aún más las vías de liquidez de la banca
La decisión de Moody's de recortar el rating a 25 entidades españolas complica aún más las ya duras condiciones para obtener financiación en los mercados, a través de instrumentos como las cédulas hipotecarias o la deuda senior. Los expertos creen que el mercado exigirá ahora unos diferenciales más elevados a este grupo. Además, ocho entidades de crédito no podrán a partir de ahora actuar como garantes en los nuevos fondos garantizados, al contar con una calificación inferior a la requerida por el supervisor.
El sistema financiero español recibió otro duro golpe hace dos semanas con la decisión de Moody's de recortar el rating de la deuda a 25 entidades y la advertencia de que otras siete continúan bajo vigilancia para una posible revisión a la baja. Los expertos consideran que la primera consecuencia de esta medida es que los inversores exigirá a estos emisores unos spreads más elevados en sus emisiones, un requisito que se añade a las innumerables trabas que ya tenían las entidades financieras de tamaño más reducido para obtener financiación, sobre todo fuera de España.
"La bajada del rating dificulta el acceso a los mercados de capitales y se traducirá en unos diferenciales mayores", explica Bettina Gallego, gestora de renta variable de Inversis. Esta experta añade que, aunque es pronto para asegurar que se han visto los máximos en el coste que implica emitir deuda para el sector financiero, sí que es cierto que la tensión de los últimos meses se está relajando "un poco". Aún así, no descarta más rebajas de rating.
Las últimas emisiones de cédulas hipotecarias las han llevado a cabo Banco Santander y Banco Popular, con unos diferenciales sobre el euríbor de 110 y 135 puntos básicos, respectivamente. Fuentes de mercado, sin embargo, aseguran que las entidades afectadas por el reciente descenso en su calificación de riesgo tendrán que pagar un spread mínimo de 180 puntos básicos para conseguir colocar sus títulos. Este endurecimiento de las condiciones podría afectar al grupo de cajas que, de la mano de Ahorro Corporación, ultima la colocación de cédulas hipotecarias fuera de España por un importe de entre 1.500 y 2.000 millones de euros.
Los expertos creen que habrá entidades obligadas a reestructurar el diseño de sus emisiones de deuda
Los expertos, no obstante, advierten que el impacto no será muy brusco por varios motivos. Primero, no se trata de un caso aislado, sino que las agencias de calificación de riesgo están reduciendo el rating también a la mayoría de las entidades europeas. Y, segundo, porque, con el estallido de la actual crisis, el papel de estas instituciones ha quedado en entredicho.
Cédulas hipotecarias
Además, explican que existe un abanico de soluciones para superar estos contratiempos. "Mientras cuenten con un rating A no van a tener problemas. Una alternativa es en las emisiones multicedentes aumentar el colateral, con lo que puede emitir el mismo importe en cédulas sin variar la calificación. Complica las cosas, pero no las cierra. Sólo a las entidades cuya situación sea muy mala. O bien que tengan un rating por debajo de A o que no tengan una cartera de hipotecas de suficiente calidad", afirma Miguel Lafont, de Société Générale.
Para Irene Pastoriza, de BNP Paribas, "la bajada de la calificación de Moody's puede tener claramente un impacto en el rating de las cédulas hipotecarias del emisor", aunque explica que actualmente todas las agencias están revisando la metodología que aplican con el objetivo de "ligar más el rating de las cédulas al del emisor".
Miguel Lafont añade que a las emisiones que cuentan con el aval del Estado no les va a afectar en absoluto, ya que este papel tiene el respaldo de la solvencia del Reino de España, mientras que en la deuda denominada senior, de momento, sólo se han atrevido a salir al mercado los grandes emisores, un grupo para el que la demanda no ha desaparecido en ningún momento.
Ocho entidades dejan de ser garantes en fondos
Otra de las derivadas de este recorte del rating afecta a los fondos garantizados, uno de los productos estrella con los que las entidades están captando dinero de sus clientes. La normativa establece que las entidades que otorguen garantías a los fondos de inversión tienen que contar con una calificación mínima: A- en Standard & Poor's y Fitch y A3 en Moody's. Tras la última revisión de Moody's, por tanto, otras ocho entidades pasan a engrosar la lista de las que no pueden actuar de garantes en sus nuevos fondos de inversión. æpermil;stas son Caixa Manresa, Municipal de Burgos, Terrasa, Banco de Valencia, La Caja de Canarias, Caja Ávila y Caja Segovia.Los expertos, no obstante, aseguran que las entidades cuentan con otras alternativas. Pueden buscar a alguna entidad que asuma esta función sobre la totalidad del fondo o utilizar una garantía externa, en la que la entidad se compromete a abonar la rentabilidad establecida a cada partícipe y no al fondo de inversión. "La diferencia entre ambos es el tratamiento fiscal, ya que en el segundo caso tributa como patrimonio por lo que el partícipe tendría que rendir cuentas con Hacienda en caso de que se tuviera que ejecutar esta garantía", explica Marcelo Casadejús, director de Marketing y Comunicación de Ahorro Corporación.En su mayoría, señalan, las cajas están utilizando como garante de sus fondos a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y son menos las entidades que, por el momento, han optado por un garante externo.