El comercio de la alimentación detecta más ventas, pero con menos margen
El pequeño comercio ha percibido un auge del consumo durante las últimas semanas que no se ha traducido en mayores ingresos. Al contrario, se han reducido cerca de un 10% por los agresivos descuentos.
En plena crisis de confianza en el futuro de la economía, también hay quien ve signos de optimismo. "Empezamos a notar síntomas positivos", señalaba Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Federación Española de Comercio (CEC). "La situación empieza a dar un giro leve, pero no quiero ser triunfalista", asumía el responsable de la patronal que agrupa a 450.000 pequeños comerciantes.
Los signos de optimismo se basan en la mayor afluencia a las tiendas y en una moderada recuperación de los volúmenes de ventas, aunque Fraile no la cuantifica. Citó, por ejemplo, la positiva evolución de la alimentación, los mercados especializados y los pequeños supermercados de proximidad. Pero este repunte del consumo no se traduce en una mayor facturación, sino todo lo contrario. En los cuatro primeros meses del año, los pequeños comerciantes han visto cómo su volumen de ingresos se ha reducido entre un 10% y un 12%, en comparación con el mismo periodo de 2008.
La caída de ingresos ha tenido, además, efectos colaterales en el empleo. En concreto, el número de trabajadores se ha reducido en torno a un 4%, es decir, en cerca de 128.000 personas, ya que el pequeño comercio da empleo a 3,2 millones de personas.
El descenso de las ventas se debe, fundamentalmente, a la agresiva política de descuentos que los comerciantes han tenido que poner en marcha para tratar de relanzar el consumo. De esta forma, el cambio de tendencia "es una respuesta a la adecuación de nuestra oferta comercial, que hemos tenido que hacer forzosamente", señalaba Fraile.
Además, resaltó el mayor margen de maniobra del pequeño comercio a la hora de recortar precios en comparación con las grandes superficies. Sin embargo, Fraile critica cómo algunas grandes cadenas comerciales han disfrazado los descuentos. "No son admisibles las rebajas encubiertas", criticaba el secretario general de la CEC. Por ello, reclamó a la Comisión Nacional de Competencia (CNC) que investigue estas prácticas comerciales. "Ahí no entran", señalaba. Además, criticó al regulador de Competencia por no estudiar la actuación de los outlet porque, en su opinión "a veces ofrecen productos de temporada y no de saldo".
Sin embargo, Fraile sí valoró positivamente la actuación del Ministerio de Industria a la hora de elaborar la nueva Ley de Comercio, que transpondrá la Directiva Europea de Servicios. "Industria ha hecho un excelente trabajo, no hay que pensar que habrá más exigencias para las grandes superficies", apuntaba. El proyecto del Ejecutivo deja en manos de las autonomías la definición de qué es una gran superficie y estos tendrán la última palabra en la concesión de las licencias. El pequeño comercio también reclama al Gobierno que les permita "discriminación positiva", que se traduciría en una reducción de la fiscalidad.