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Columna
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Iberdrola se cubre las espaldas

La ampliación de capital de Iberdrola por valor de 1.300 millones de euros es confusa. La eléctrica realmente no necesita ahora más efectivo, aunque haya dicho que quiere recortar su deuda y mantener el rating de su crédito. La explicación más plausible es que Iberdrola está ampliando capital ahora que puede, ya que las condiciones del mercado se pueden deteriorar a medida que avance el año.

La carga de deuda de la compañía puede parecer terrorífica, especialmente comparada con la de competidores como Gas Natural, pero Moody's mantiene a Iberdrola con una única A, y no prevé modificar su rating. La ampliación de capital no dará por sí sola un vuelco a los 31.100 millones de euros de deuda neta. Según las previsiones de Citigroup, la deuda neta estimada sobre el Ebitda bajaría de 3,3 a 3,2 en 2010.

Iberdrola ya ha diseñado medidas para mantener la deuda bajo control este año. Está recortando la inversión capex y vendiendo activos por valor de 2.500 millones. Hasta la fecha ha ingresado unos 900 millones con ventas de bienes, incluyendo una participación en la fabricante de turbinas eólicas Gamesa.

¿Así que por qué pedir ahora más dinero a los accionistas? Una teoría es que Iberdrola simplemente quiere diluir al grupo ACS, su accionista mayoritario (posee un 12,6% de la eléctrica). Pero la dilución es mínima.

Es probable que Iberdrola esté asegurándose contra el riesgo de que no se materialice la venta de 1.600 millones de euros programada para este año. Los compradores, como la financiación, son escasos. El verano es un tiempo tranquilo para las fusiones y adquisiciones, y probablemente Iberdrola no quiera ser forzada a vender activos a toda prisa en el último trimestre del año. Un poco de efectivo extra alivia la presión y permite a la eléctrica mantener sus planes de inversión capex sin arriesgar el rating de su crédito.

Igual que la ampliación de capital por sorpresa y los bonos convertibles de la retailer británica J. Sainsbury del miércoles, la operación de Iberdrola es claramente oportunista. Sus acciones están un 25% por encima de sus mínimos de marzo. Pero con un Ebitda 7,4 veces mayor que el estimado para 2010, el valor cotiza con un descuento en el sector tomando en consideración su filial de renovables. Los inversores que consiguieron ayer en la colocación un descuento del 7% deberían dormir tranquilos.

Fiona Maharg-Bravo

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