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André Sapir

"España debe invertir más en I+D y educación"

Advierte del retraso de España en I+D o educación y de la amenaza que constituyen los países del Este de Europa, con unos costes muy bajos y una mano de obra formada, que pueden provocar una segunda ola de deslocalizaciones industriales.

Es uno de los principales asesores internacionales del Gobierno socialista en materia económica, ya que participó en algunas de las propuestas presentadas en las elecciones generales de 2008. En una visita reciente a España impartió una conferencia organizada por la Fundación Alternativas en la que señaló que España debe aumentar su inversión en I+D e impulsar la productividad, ya que el modelo de crecimiento anterior está "exhausto" y la pujanza de los países del Este europeo amenaza con una segunda ola de deslocalizaciones.

Hace un año aseguró que España no se vería afectada por la crisis financiera en EE UU. ¿Cuál es su actual diagnóstico?

Al igual que otros muchos analistas, me equivoqué. En la actualidad está en buena posición respecto a otros países con escenarios similares, como Irlanda. Los indicadores para este año y 2010 revelan similitudes entre ambos países, con crecimientos negativos, tasas de desempleo muy altas y un déficit fiscal cercano al 10%. Hay similitudes, pero también diferencias. La primera de ellas es la mayor fortaleza del sector financiero en España, mucho menos dañado que el irlandés, aunque ya empieza a tener ciertos problemas por el repunte de la morosidad.

Mi preocupación en España es que la crisis está revelando que el modelo de crecimiento está exhausto, ya que el fuerte crecimiento anterior estuvo basado en la inmigración y la construcción y no tuvo en cuenta la necesidad de aumentar la inversión en educación o en I+D. Se ha hecho algo en estas materias, pero no lo suficiente.

Si no se hacen los deberes en estos capítulos, ¿qué riesgos se corren?

Los nuevos miembros de la Unión Europea representan un serio riesgo, ya que son una alternativa a la localización de la producción. España es un país con poder adquisitivo medio, que debe tener en cuenta a esos nuevos países, con buen nivel educativo, buenos niveles de productividad y con salarios inferiores. Por lo tanto, debe hacer más inversiones para elevar la productividad y eso significa educación, I+D y reformas laborales para eliminar el trabajo temporal.

¿Hay algunos países que representen una mayor amenaza frente a otros?

En especial los vecinos de Alemania, como la República Checa o Eslovaquia. Las autoridades alemanas están reorganizando su capacidad de producción a través de las industrias vecinas. Eso ha provocado que algunas inversiones tecnológicas norteamericanas se hayan trasladado desde Irlanda a esos países.

¿Cree que hemos alcanzado un punto de inflexión en la crisis financiera mundial?

No sé si estamos en un punto de inflexión, tal y como señaló el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, pero podemos empezar a ver el principio del final. A partir de enero, la crisis adquirió una tendencia de caída libre. Desde hace unas semanas, esa tendencia continúa, pero ahora disponemos de un paracaídas. Los crecimientos siguen siendo negativos, pero menos. Los únicos datos positivos se deben buscar en la normalización del sector financiero. Espero que los paquetes de estímulo en la zona euro y EE UU tengan efecto en los próximos trimestres y propicien una recuperación en algunos sectores en la última parte de 2009 o 2010.

¿Cuál es el aspecto más importante que hay que resolver para salir de la crisis?

Lo prioritario es sanear el sector financiero y reestructurar entidades bancarias, si fuera necesario. Lo ideal sería que cada país estuviera capacitado para hacer "test de estrés" a cada uno de sus sistemas para medir su nivel de solvencia. Lo que necesitamos es que cada nación sea capaz de abrir los libros de balances de sus entidades para supervisar sus cuentas y que esta tarea pudiera ser desarrollada por una autoridad europea.

"Europa no tiene fuerza para crecer por sí misma"

Sapir coincide, pero sólo en parte, con aquellos que pronostican que la recuperación económica mundial no será una realidad hasta que EE UU salga adelante. "Lo que se ha podido constatar hasta el momento es que la zona euro no es lo suficientemente grande para hacer de motor de crecimiento por sí misma. La crisis golpeó primero a EE UU por la hipotecas de alto riesgo y en Europa se dijo que éramos inmunes. No fue así", apunta.En su opinión, la Unión Europea tiene que poner en marcha los mecanismos necesarios para garantizar más crecimiento y más potencial de crecimiento. "Fue una prioridad antes de la crisis y será una prioridad después", recalca.Y no cree que Alemania, la primera economía de la UE, deba liderar esa iniciativa. "Las autoridades alemanas sólo han tomado decisiones teniendo en cuenta la salud de sus empresas", asegura.

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