Test duros, pero no en extremo
El regulador financiero de Reino Unido se merece una palmadita en la espalda por perfilar el escenario económico de pesadilla para el que piensa que los bancos deberían estar preparados.
La Autoridad de Servicios Financieros (FSA) realizó tests de estrés en el sector cuando los bancos de Reino Unido fueron rescatados en octubre, y lanzó en febrero tests adicionales en las entidades que buscaban participar en el programa de aseguramiento público de los activos de riesgo. Dos de las entidades financieras, Royal Bank of Scotland y Lloyds Bank Group, acudieron a este programa, así que los aspectos prácticos de las evaluaciones eran realmente sólo de mayor relevancia para el más atípico del sector, Barclays.
La revelación de los supuestos subyacentes de los tests de estrés deberían en sí mismos fomentar la confianza. Y en algunos aspectos, los tests son muy robustos. Las proyecciones para una caída de un 50% desde máximos de los precios de la vivienda, del 6% de descenso del PIB y un 12% de la tasa de desempleo son más prudentes que las que se han utilizado en los recientes tests de estrés de los bancos de EE UU.
Los supuestos del mercado inmobiliario parecen especialmente pesimistas. Como Credit Suisse apunta, el índice de precios de casa de la británica Halifax ha caído ya un 22% y tendría que caer otro 35% desde aquí para que las cosas lleguen a ser tan malas como supone la FSA. Y en el peor de los supuestos del regulador el 60% de caída desde máximos en valores de propiedades comerciales está cómodamente en el extremo final de las previsiones del mercado.
Pero tomándolos juntos, los supuestos de la FSA no convencen totalmente a nadie. Algunos analistas de banca están manejando ahora caídas del PIB de más del 10% desde 2007 para sus escenarios de estrés. Con el desempleo tocando ya el 7%, el escenario de la FSA del 12% no es terriblemente pesimista.
Por eso los tests, aunque más prudentes que los de EE UU, todavía no son superconservadores. Y en un sentido el ejercicio es menos robusto que su equivalente de EE UU. La FSA dice que los bancos tienen que demostrar que su core capital Tier 1 -un tope de solvencia- podría ser al menos el 4%. Pero también dijo que la planificación de contingencias podría ser incluida en sus pruebas, insinuando a los bancos que puede no haber suficiente capital ahora para cumplir el test. Quizá esto podría significar que Barclays está más dispuesto a responder favorablemente al reciente interés en su negocio de gestión de activos Barclays Global Investors, de 10.000 millones de dólares.
Christopher Hughes