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Columna
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El euro fuerte lastra a la UE

Los mercados han estado ocupados jaleando el déficit del dólar y prediciendo su fallecimiento. Pero la mayor víctima puede estar al otro lado del Atlántico: la zona euro. El sobrevaluado euro, ahora rozando 1,40 dólares, está pesando duramente en una ya frágil economía. La zona euro se ha hundido un 4,6% en los 12 meses que finalizaron en marzo, frente al 2,6% en Estados Unidos. Además, los tipos de interés oficiales están más altos en la zona euro incluso a pesar del riesgo de deflación.

La fortaleza de la divisa ha hecho a la región mucho menos competitiva que sus grandes rivales: Estados Unidos, Japón, Reino Unido y China. Alemania, el gigante exportador de la región, ha sido malherida. Las exportaciones cayeron un 17,2% anual en marzo, mientras el PIB cayó un 6,7%.

Aunque el resbalón alemán es el peor desde la guerra, la caída económica puede infligir todavía más daño en los menos fiscalmente seguros miembros de la zona. La economía irlandesa, por ejemplo, puede contraerse un 9% en 2009. En sus años del boom, los precios y los salarios aumentaron más rápidamente que los de Alemania. Irlanda es por lo tanto ahora menos competitiva.

La historia es similar en España, Portugal y Grecia. Todos estos países tienen mucha más alta inflación y crecimiento salarial que Alemania en los años buenos. No importó entonces, cuando el capital estaba fluyendo y reinaba la euforia del euro. Sí importa ahora. Esos países han perdido competitividad frente a Alemania, que la fortaleza del euro ha hecho sucesivamente poco competitivos globalmente. Su única vía para mejorar la competitividad es reducir costes laborales. Pero los recortes salariales son siempre duros de imponer. Y su inmediato impacto, en cualquier caso, podría ser reducir el gasto en consumo e intensificar la recesión.

Los niveles de deuda son otro problema para algunos miembros de la zona euro. La deuda de Italia excede su PIB, dando al país menos oportunidades para responder fiscalmente a la ralentización económica. Mientras tanto, Irlanda está aumentando impuestos y buscando recortar el gasto público porque los mercados de deuda ven un alto riesgo de default si el déficit fiscal no se ajusta.

Las tensiones serán inmensas y la retirada de algunos miembros periféricos sigue siendo una posibilidad. Los mercados no han ayudado para propulsar el euro cuando la recuperación económica está más al alcance de la mano de Estados Unidos.

Ian Campbell

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