Así puede ser el ordenador de los alumnos de primaria
"En plena era digital, los niños estudian en colegios pensados en la era industrial". Así define el fabricante de ordenadores Dell el paradigma de la educación actual que la compañía se ha propuesto atajar con una solución creada a partir de las conclusiones de dos años de trabajo con profesores, padres y alumnos.
La parte más visible de su propuesta para niños de los 8 a los 13 años es el nuevo Latitude 2100, un ordenador a medio camino entre los netbook y un portátil, pero resistente a golpes, preparado para conectarse una red controlada por los pofesores y gestionado, en cuanto a seguridad y mantenimiento, de manera global por el colegio.
El lanzamiento internacional de Latitude 2100 ha coincidido con el anuncio del plan del del gobierno para informatizar a todos los alumnos de quinto de primaria de la enseñanza pública y concertada a partir del próximo septiembre.
"Aún no conocemos el plan del gobierno, nos faltan los detalles, las formas de financiación, pero llevamos varios meses en contacto con las consejerías de educación y centros de enseñanza" aclara Jaime Nistal, director de Administración Pública de Dell, quien espera que en los próximos días el Ministerio de Educación defina las vías para informatizar las aulas. "Esperamos que sean concursos abiertos", desea Nistal.
Salga o no elegida Dell como suministrador oficial para este programa, su propuesta puede servir de ejemplo sobre cómo puede empezar a ser la enseñanza a partir del próximo curso.
Sus Latitude 2100 pesan tan sólo 1,36 kilos, sus pantallas son de 10,1 pulgadas y pueden ser táctiles, tienen un baterías de 3 a 6 horas de duración, y una memoria RAM de 2GB (los netbooks habitualmente no sobrepasan 1GB) y discos duros de hasta 250 GB con la opción de incluir una memoria sólida de 8GB o 16 GB.
Resistencia a golpes y chivatos
Los equipos vienen recubiertos con un caucho especial para protegerlos de los golpes que puedan recibir en una mochila o en un patio de recreo. En la parte superior
de la tapa del monitor se ha incorporado una luz (led) que puede ser programada para se ilumine o parpadee cuando algún alumno se salga del contenido marcado por el profesor.
Estos ordenadores son de distintos colores y pueden personalizarse e incluir bandoleras para colgarlos al hombro. Además, las baterías dejan un espacio, una banda transversal transparente en la que se puede introducir etiquetas con el nombre de cada alumno y el centro, una identificación que es fácilmente reemplazable para los siguientes años.
Contratos de gran empresa
Los equipos están pensados para que se gestionen de manera central como se haría en una gran empresa, de ahí que incluyan sistemas operativos más avanzados como Vista Business o XP Pro, aunque también está la posibilidad de utilizarlo con Ubuntu.
El modelo de Dell pasa por que los contenidos a los que los alumnos tengan acceso estén controlados por los profesores, y que el mantenimiento y gestión se realice desde un servidor central.
"El ordenador es sólo un instrumento. Nosotros ponemos los medios, los servidores y los sistemas para los equipos puedan ser gestionados por el servicio técnico del colegio, y también damos herramientas a los profesores para gestionar los equipos de sus alumnos y para que aprendan a utilizarlos. Pero al final, el modelo de enseñanza dependerá del centro educativo", reflexiona Nital.
Uno de los elementos clave de la solución de Dell pasa por la incorporación de un carrito, donde entran hasta 24 equipos, desde el que se pueden cargar las baterías de cada ordenador desde una sola toma, pasar el antivirus, y hasta descargar distintos contenidos. El carro está diseñado con unos dispositivos de seguridad especiales de modo que se pueden guardar los equipos de cada clase sin peligro a robos.
La compañía además ofrece coberturas especiales como garantías por rotura, robo o de sustitución en caso de avería grave como hace con los contratos con los bancos o las grandes cuentas.
6.700 euros por clase
Una solución como esta tiene una gran escalabilidad de precios, pero si tenemos en cuenta sólo los ordenadores (que van de 279 a 500 euros), equipar una clase de unos 24 alumnos, supone una inversión mínima de 6.700 euros, sin contar con los servicios y el contenido digital.
"Todo esto va a suponer un cambio de paradigma en la enseñanza que no va a depender tanto en las herramientas como en la forma de trabajar en clase. Es un cambio sustancial que no se puede hacer de la noche a la mañana, pero que va a empezar a partir del próximo septiembre", concluye Nistal, quien se muestra optimista ante el recibimiento que está haciendo el profesorado ante la introducción de la tecnología en las clases. "Si hay una tecnofobia entre el profesorado es más generacional que de otro tipo", añade.