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Columna
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Barclays va de acá para allá

Puede que Barclays esté a punto de conseguir realizar un truco complicado: darse la vuelta mientras aguanta estratégicamente hasta el final.

El banco británico tiene en marcha la venta de Barclays Global Investors por 10.000 millones de dólares. Este es el mismo negocio de gestión de activos que Barclays normalmente señalaba como central para la estructura del grupo y una fuente de diversificación.

Las restricciones de capital pueden explicar parte de la decisión. La inquebrantable resistencia del banco a las ayudas gubernamentales llevó a una venta pactada de iShares, una subsidiaria de BGI con una posición de mercado dominante en el intercambio de fondos, negocio responsable de la mitad de ingresos de BGI.

Pero puede que sea más sensato descargar todo BGI. A pesar de la gigantesca contribución a los beneficios, su precio de venta de 4.400 millones es menos de la mitad del valor discutido de BGI. Un acuerdo para el negocio entero y su billón de dólares en activos gestionados parece potencialmente mejor para los accionistas que labrarse un porvenir profesional.

Barclays ya había persuadido a los reguladores de que tenía los recursos para soportar una severa recesión, así que disponer de BGI podría ceder recaudación depositable en el negocio ofreciendo más crecimiento sin sacrificar demasiado en el camino a la diversificación. Eso también podría hacer que BGI fuese más valioso para alguien más.

Hace escasamente dos años que Barclays estaba en plena batalla de absorción por 100.000 millones de ABN Amro. Salirse de ese acuerdo le causó al banco la desastrosa secuela que afligió a Royal Bank y a Fortis. Pero no ha perdido sus ambiciones de crecimiento. Desde entonces, Barclays no ha dejado escapar el núcleo estadounidense de Lehman Brothers por un precio de escándalo y últimamente se ha puesto a alquilar para comprar acciones y consultorías fuera de EE UU.

Barclays ha demostrado que se puede adherir a la esencia de su estrategia a pesar de las restricciones de la crisis. Soltando ABN y comprando BGI ha demostrado que no hay vacas sagradas en la decidida búsqueda de crecimiento del banco. Pero si crecimiento significa más inversión bancaria, aunque provenga de diversas fuentes, los accionistas necesitarán algo más para mantenerse ahí.

Por Jeffrey Goldfarb

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