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Columna
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Más presión para el consejo de Tui

Tui necesita una reorganización radical de la sala de juntas. Los accionistas deben aprovechar la oportunidad de enviar este mensaje ante el pobre rendimiento del grupo naviero y de viajes en la junta general de accionistas de hoy. El accionista disidente John Fredriksen ha propuesto una moción para desbancar a Juergen Krumnow, presidente de Tui durante 12 años, y al consejero Abel Matutes Juan, cuyo negocio turístico es un destacado cliente de Tui Travel, empresa cotizada en Reino Unido propiedad de Tui en un 51%.

Fredriksen posee el 17% del negocio y tiene el apoyo de muchos otros accionistas independientes. Pero se enfrenta a la oposición de un grupo de inversores que poseen el 30% de la compañía. Grupo en el que se incluyen el multimillonario ruso Alexei Mordashov, la Caja de Ahorros del Mediterráneo, la Caisse de Dépot et de Gestion y la familia Riu.

Las matemáticas implican que el voto de Fredriksen puede estar condenado a fracasar. Pero los inversores deben al menos registrar un fuerte voto de protesta. El retorno total para los accionistas ha sido pobre en relación a sus competidores en los últimos cinco años. La compañía fracasó en ejecutar una venta completa de Hapag-Lloyd, su negocio de buques portacontenedores, tras un año de vacilaciones. Acordó la venta de sólo un 57% de la filial en marzo y tuvo que proporcionar una línea de crédito de 1.100 millones de dólares como parte del acuerdo. Tui está ahora atrapado con una participación ilíquida minoritaria en asociación con el consorcio Hamburg, reunido para proteger los empleos en Alemania.

Tui tiene 2.600 millones de deuda y anunció una pérdida neta de 485 millones de euros en el primer trimestre, excluyendo una ganancia de 990 millones de euros de los buques vendidos. Su rating de crédito fue recientemente degradado a basura. El grupo, que ha suprimido ya su dividendo ordinario, está ahora dependiendo del cash de Tui Travel y Hapag-Lloyd para devolver un bono sénior de 967 millones de euros que hay que pagar el próximo año y una nota de colocación privada que debe pagarse en 2011.

Fredriksen quiere nombrar dos representantes entre los 20 miembros del consejo, habiendo previamente rechazado una oferta de Tui para elegir uno. Ha fracasado sin embargo en esbozar una clara estrategia alternativa para el grupo, más allá de su actual objetivo de empresa enfocada solamente al turismo.

El multimillonario naviero puede que no tenga una varita mágica para revivir la compañía. Pero él ganó un 43% de los votos en la junta general de accionistas del año pasado. Otra considerable protesta de los accionistas podría continuar la presión en el consejo.

Una Galani

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