Bruselas alerta del impacto de la crisis en los sistemas de protección social
La Comisión Europea alertó ayer sobre el impacto de la crisis económica en los sistemas de protección social, pero minimizó, en cambio, las consecuencias financieras de la coyuntura actual sobre los planes de pensiones privados.
'Los fondos de pensiones no son inmunes a la crisis financiera, pero para aquellas personas que se jubilan ahora cabe esperar un impacto muy limitado en la mayoría de los casos', señala el documento de apoyo del informe conjunto sobre protección e inclusión social de 2009 publicado ayer por la Comisión Europea. Y 'para quienes todavía están lejos de la jubilación', añade el documento, 'las caídas temporales en el valor de las inversiones deben verse como parte de la volatilidad natural de las inversiones sin que haya nada particular de lo que preocuparse'.
Bruselas, por tanto, mantiene su defensa de los planes complementarios de pensiones a pesar de las pérdidas latentes o reales que han sufrido muchos partícipes. 'Los regímenes privados constituyen una fuente de financiación esencial de las futuras pensiones, por lo que es necesario fijar su cobertura y niveles de cotización', subraya el informe. La CE se limita a advertir que quienes asuman riesgos importantes al final de su vida laboral se exponen 'a jubilaciones más tardías o más pobres'.
El tono tranquilizador del sobre las pensiones privadas contrasta con el negro panorama que describe para los mecanismos públicos de asistencia social. En la mayoría de los Estados de la UE, esos mecanismos soportarán 'una creciente presión dado que es probable que las personas cubiertas por el seguro de desempleo vayan perdiendo ese derecho antes de haber encontrado un nuevo puesto de trabajo'.
El deterioro de la situación económica, constata la CE, podría aumentar el porcentaje de población con riesgo de pobreza que según los datos comunitarios, de 2006, se sitúa en el 16% en la UE y en el 20% en España.
La pobreza también acecha a personas con trabajo, en concreto, al 8% de los empleados a nivel europeo, y tres puntos más a nivel nacional. En España, además, se espera un aumento del porcentaje de personas que viven en hogares donde nadie tiene trabajo (6,2% en 2007).