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La crisis se agrava

La CE augura dos años de recesión a España y un paro del 19%

Bruselas presenta unas previsiones económicas aún peores que las del vicepresidente SolbesLa CE se vio ayer obligada a revisar a la baja sus últimas previsiones de crecimiento, presentadas hace poco más de dos meses. La corrección es especialmente grave para España, a la que se augura dos años de recesión y una tasa de paro próxima al 19%.

El supuesto pesimismo del vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes se convirtió ayer en candidez cuando la Comisión Europea publicó unas previsiones económicas excepcionalmente negativas para España, la zona euro y toda la Unión Europea. Esas tres economías, ya en recesión, continuarán en caída libre durante parte de 2009, según el departamento del comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia.

Hace sólo dos meses (el pasado 4 de noviembre) era la Comisión la que pecaba de ingenua al pronosticar una media de crecimiento positivo en toda la UE, tanto este año como el que viene. Ahora calcula que 18 de los 27 socios de la UE cerrarán 2009 con crecimiento negativo, algunos con caídas tan espectaculares como las del Reino Unido (-2,8%), Alemania (-2,3%), España, Italia y Holanda (-2%) y Francia (-1,8%).

A finales de año, según Bruselas, la mayoría de los países podrían iniciar la recuperación para alcanzar un crecimiento ligeramente positivo en 2010. Pero no todos. En el caso de España, en contra de lo pronosticado el pasado viernes por Solbes, la agonía continúa por culpa del ajuste en el hipertrofiado sector inmobiliario del país.

Bruselas estima que el PIB español sufrirá otra caída, del 0,2%, en 2010. Solbes, en cambio, espera un batacazo del -1,6% en 2009, pero confía en tener un crecimiento del 1,2% el año que viene.

De cumplirse los datos comunitarios, la tasa de paro llegaría en España hasta el 18,7%, casi tres puntos por encima del 15,9% (o 3,6 millones de parados) previsto por el Gobierno español.

El comisario restó importancia a esas diferencias 'de décimas' entre Madrid y Bruselas. Y aseguró que tanto las previsiones comunitarias como la actualización del Programa de Estabilidad español, basado en los datos de Solbes, 'apuntan en la misma dirección'. Solbes, que llegó a Bruselas para una reunión del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona Euro), atribuyó las discrepancias a una valoración diferente sobre el impacto de las medidas aprobadas para combatir la crisis y se ratificó en sus previsiones para 2010.

'En el caso de España', justificó Almunia su pesimismo, 'la recuperación será más lenta que la media porque el ajuste en vivienda es más difícil y dura más tiempo que en otros sectores'. Esa traumática corrección provocará, según Bruselas, 'una significativa contracción den el consumo privado' y 'una brusca caída de la inversión de bienes de equipo'. Sólo el creciente gasto público y del aumento de las exportaciones mitigarán en parte el deterioro de la situación económica en España. El resto de la zona euro y de la UE tampoco se librarán del ajuste. La inversión en el sector inmobiliario y en bienes de equipo en la UE se desplomará un 9% este año. El empleo caerá un 1,5% 'y sin perspectivas a la vista de cambio de tendencia'.

La recesión también se llevará por delante el equilibrio fiscal logrado por la zona euro en 2007, cuando registró un déficit del 0,2%, el mejor resultado desde que la Unión monetaria comenzó hace 10 años. La deuda pública de los 16 países que comparten divisa alcanzará en 2010, según los cálculos de Almunia, la cifra récord de 75,8%. En ese terreno, al menos, España parte con ventaja respecto a otros socios porque, según Almunia, 'ha tenido el acierto de gestionar muy bien sus cuentas en los momentos de recuperación económica'. No es el caso del Reino Unido, cuyo déficit rozará los dos dígitos en 2010, o Italia, con una deuda que volverá a pasar el 110% de su PIB.

Bruselas, de todos modos, considera inevitable el deterioro de las finanzas públicas y Almunia aseguró que aplicará el Pacto de Estabilidad y crecimiento (que limita el déficit al 3% y la deuda al 60%) tomando en cuenta que 'en momentos de recesión profunda el déficit excesivo está derivado en parte de la propia crisis'.

Los socios comunitarios se comprometieron en diciembre a una inyección de 200.000 millones para combatir la crisis, equivalente al 1% de su PIB este año y al 0,5% el próximo. Sin esos planes, la CE calcula que el PIB de la UE se hubiera hundido otro cuarto de punto más en 2009 y otro medio punto en 2010. Para superar la crisis definitivamente, Bruselas considera imprescindible que los mercados financieros recobren la normalidad y el crédito fluya hacia empresas y familias. Con todo este panorama, un consuelo: Almunia está convencido de que no hay riesgo de deflación y la zona euro no estallará. No es poco.

Zapatero pide más consumo a los hogares para sostener el PIB

Mayor crédito de los bancos y mayor consumo de los ciudadanos. Esas son dos de las recetas deslizadas ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para acelerar la recuperación económica. 'Las entidades financieras tienen que hacer un esfuerzo mayor a la hora de facilitar liquidez a las empresas y familias y el conjunto de la ciudadanía debe seguir consumiendo de manera normal. Un descenso muy fuerte del consumo provoca un daño indirecto en la economía', subrayó. Un buen dato de este deterioro lo ofreció ayer el sector servicios, que representa el 66% del PIB y del empleo en España, cuya cifra de negocio cayó un 14,6% en noviembre en tasa interanual, hasta alcanzar el nivel más bajo desde 2003, según el INE.En una entrevista en la Cadena SER, Zapatero destacó que el menor crecimiento de los precios, el abaratamiento del crudo y la rebaja del euríbor representarán una inyección de 40.000 millones de euros para los bolsillos de las familias. 'Va a haber una parte muy importante de la población que, como consecuencia de estos efectos, van tener una disponibilidad de renta bastante más desahogada', afirmó.Una euforia que trató de contener el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, al asegurar que los niveles de liquidez previos a la crisis no se van a recuperar nunca. 'Todos queremos que los mercados vuelvan a la normalidad, pero la locura de los créditos a bajo coste ya no volverá', aseguró en un encuentro con medios en Bruselas.Con la misma cautela que Almunia, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, hizo ayer un llamamiento para que las empresas recuperen la confianza y valoren en su justa medida la actual situación económica: 'Después de haber subestimado el riesgo en 2008 y 2009, sería un error que el sector privado sobreestimara ahora los riesgos a medio plazo', informa Jaume Viñas. En un acto de la aseguradora internacional de crédito Coface en París, Trichet expuso, sin embargo, motivos para mantener cierto optimismo, como la rápida reacción de los gobiernos y de las autoridades monetarias, y por otro, el desplome de las materias primas, en especial del petróleo.Trichet confió en que 2010 sea el año de la recuperación, pese a asegurar que el crecimiento mundial y europeo será 'sustancialmente inferior' a las previsiones realizadas por el BCE en diciembre. Por aquel entonces estimó que la economía de la zona euro caería sólo un 0,5% en 2009, mientras que ayer Bruselas amplió el descenso hasta el 2%.

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