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Crisis financiera

Brown pide más dinero para que el FMI ayude a países afectados por la crisis

El primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó hoy que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe contar con más dinero para ayudar a los países afectados por la crisis financiera internacional y citó a China y los países del Golfo como aquellos que pueden hacer mayores aportaciones.

"Está claro que la comunidad internacional en su conjunto debe estar interesada en detener este contagio, para evitar el empeoramiento del deterioro económico global", dijo Brown en Londres antes de partir hacia París para reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Brown destacó que el FMI ha dicho que dispone en la actualidad de 250.000 millones de dólares, pero precisó que esa cantidad "puede no ser suficiente". El líder laborista dijo que se necesitan "recursos sustanciales adicionales" para apoyar a aquellos países que requieren la ayuda del fondo.

Tras asegurar que el Reino Unido no descartaba aumentar su participación al FMI, Brown insistió en que, como pasó en los años 70 del siglo pasado, son los países con gran superávit los que están en posición de ayudar más y por eso se les va a instar a que lo hagan. "Hay un número de países que actualmente pueden hacer mucho en el futuro inmediato para garantizar que la comunidad internacional tiene recursos suficientes para ayudar a los países que atraviesan dificultades", explicó.

Al ser preguntado a qué naciones se refería, Brown citó a China y los países petroleros del Golfo Pérsico como algunos de los que cuentan con "reservas sustanciales". El primer ministro británico dijo que planteará este asunto durante su gira por el Golfo, que arranca este sábado y durante la que Brown visitará a los líderes de Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, países todos ellos que han logrado grandes ingresos tras el reciente encarecimiento del precio del crudo.

Brown y Sarkozy se reúnen hoy para evaluar el resultado de los planes ante la crisis

El primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se reunirán hoy en París para analizar la evolución de la crisis financiera y la incidencia de las medidas adoptadas por las principales economías del planeta, según acordaron el pasado domingo en una conversación teléfonica en la que coincidieron en que sería "sensato" sentarse para evaluar los primeros resultados.

Tras los planes de rescate de los bancos y las acciones de recapitalización, la cita que tendrá lugar en la residencia de Versalles del mandatario galo a partir de las 17.30 tiene como objetivo preparar las cumbres internacionales que los líderes de la Unión Europea celebrarán el próximo 7 de noviembre y la reunión convocada por Estados Unidos una semana después, el día 15.

En este sentido, Reino Unido y Francia ejercieron un papel de relevancia en el diagnóstico de medidas que fueron adoptadas por otros estados, que adaptaron los paquetes financieros regulados por Londres a sus realidades económicas nacionales, a partir de las propuestas presentadas por el ministro de Hacienda británico en la cumbre de los responsables de Finanzas que se celebró en Washington y la acción de París en su actual rol al frente de la Presidencia de la Unión Europea.

En este punto, la cumbre de hoy pretende concretar "el punto en el que se está" tras los primeros pasos que dieron como resultado los planes, según confirmó el portavoz de Brown, quien dio cuenta de las conversaciones bilaterales mantenidas por éste en los últimos días con otros dirigentes internacionales como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, o con el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan.

Otras cumbres

Además, el próximo jueves el mandatario británico prevé entrevistarse en Londres con la canciller alemana, Angela Merkel, en una cita a la que, según su portavoz, no se sumará Sarkozy, pese a su participación conjunta en la convocatoria organizada hace tres semanas en París por el presidente galo, en la que también tomó parte el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, como cuarto miembro europeo del G-7.

En las primeras decisiones adoptadas en relación a la crisis, la intención inicialmente anunciada de que Berlín preveía dar una cobertura integral a los depósitos bancarios había motivado fuertes críticas en Londres, que censuró desde un principio la descoordinación entre los países y la adopción de soluciones individuales que podrían desestabilizar aún más los mercados.

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