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Ahorro

El cliente sale ganando en la guerra del depósito

La tensión crediticia reactiva la oferta a plazo fijo con productos que rentan ya el 7,5% a un año, y los fondos agravan su crisis.

La sensación en la red de oficinas es que no hay dinero; no se mueve. Ha pasado un año y estamos mucho peor'. Así resume el responsable de productos de ahorro de un banco la situación en que se encuentra el negocio bancario en España después del estallido de la crisis financiera en Estados Unidos. La depresión que atraviesa la banca estadounidense está paralizando también a los bancos y cajas españoles, que llevan meses esforzándose por captar depósitos con los que compensar el cerrojazo en los mercados de capitales, ahora más inaccesibles que nunca.

El terremoto que ha sucedido a la quiebra de Lehman Brothers ha minado aún más a los fondos de inversión españoles, de modo que 2008 se confirma como el peor año de su historia, y ha revitalizado la oferta en depósitos a plazo. Las estimaciones de hace tan sólo dos semanas ya no sirven y la banca se ve abocada a seguir elevando la remuneración del ahorro, con tal de que el dinero fresco de sus clientes sea capaz de garantizar la liquidez que los mercados de capitales niegan.

Las afirmaciones de que la mejora de la remuneración del ahorro toca fondo se quedan viejas a cada día que pasa, de la mano del avance de un euríbor en máximos históricos del 5,47%. La CAM, foco de las dudas del mercado por su exposición al crédito a promotores y de segunda residencia, se desmarcó esta semana con un depósito a doce meses al 7,5% TAE. Bankinter, Caja Castilla La Mancha, Caja España, Caixa Catalunya y Caja Navarra son otras de las entidades que han echado mano de los depósitos a plazo en esta última semana y han renovado sus ofertas. Unicaja ha optado por un fondepósito, otra de las alternativas de ahorro de los últimos tiempos, con el que el cliente del fondo invierte en depósitos bancarios de corto plazo. 'En estos momentos, toca defender a capa y espada los clientes que tenemos. Las entidades igualan la remuneración que se les ofrece a sus clientes vinculados para retenerlos. Y ahora resulta difícil hablar al cliente de algo que no sea plazo fijo', explican fuentes de una entidad financiera.

La inversión más conservadora en fondos también se ve perjudicada, después de que la crisis de Lehman haya dejado al descubierto los riesgos que asumieron muchas gestoras de fondos monetarios con la adquisición de bonos contagiados de activos subprime. 'Creemos que actualmente no compensa suscribir un fondo monetario que no sea de deuda pública', señala Marta Campello, directora de Abante y gestora de fondos de inversión. Aun así, los gestores señalan que, a diferencia de los estadounidenses, los fondos monetarios españoles no han cometido imprudencias al elegir sus inversiones. 'En general, no hay riesgos importantes', explica Víctor Alvargonzález, director general de Profim, empresa independiente de asesoramiento financiero. Su recomendación para quienes buscan ahora la máxima seguridad son 'los fondtesoros o los fondos que invierten en bonos de la máxima calidad crediticia', con la puntualización de que 'no todos los bancos son iguales' y la convicción de que 'si quebraran determinados bancos, regresaríamos directamente a la Edad Media'.

En cualquier caso, hay que recordar que la afluencia de dinero hacia los activos más seguros ha recortado estos días la rentabilidad de los fondos de renta fija, con pérdidas que superan el 4% en los últimos diez días en los fondos de deuda pública en dólares. 'No vemos clara la inversión en renta fija. No está claro qué pasará con los tipos de interés en los próximos meses', añade Marta Campello, de Abante Asesores.

La opinión sí está más definida en cuanto a la renta variable. 'A corto plazo da miedo, el riesgo cotiza más que nunca. Pero con un horizonte de tres a cinco años, aconsejamos entrar. La oportunidad es histórica', según Campello.

Estructurados, sólo con lupa

El diseño de complejas estructuras financieras ha sido la perdición de la banca de inversión de EE UU, aunque hay productos estructurados que merece la pena considerar como opción de inversión en el turbulento momento actual de mercado. La clave está en elegir un subyacente -índice o valor de referencia- con acreditada solvencia y con una estructura sencilla y de fácil comprensión para el cliente.Y ahí es precisamente donde aparece el problema. 'Sólo el 20% de los productos estructurados en oferta son recomendables', asegura Víctor Alvargonzález, director de Profim. En su opinión, hay mejores productos en bonos que en depósitos estructurados -mitad fondo de inversión mitad imposición a plazo- aunque el directivo recuerda también que, en casos extremos como la quiebra de Lehman Brothers, en el fondo gestionado queda el consuelo de que no forma parte del activo del banco, a diferencia de los bonos.

Claves. Invertir a resguardo

Qué ha pasado1. Crisis de liquidez. La búsqueda de financiación para las entidades bancarias se empezó a complicar hace más de un año, cuando la diseminación de los activos con riesgo subprime por la banca de todo el mundo sembró de desconfianza el mercado interbancario. Desde entonces, financiarse en el mercado de capitales resulta más caro para la banca española que recurrir a sus clientes, lo que ha mejorado notablemente la remuneración de los depósitos a plazo.Qué se espera2. Ahorro conservador. Los depósitos a plazo despuntan como la opción de inversión más clara, a la vista de que la Bolsa seguirá en alerta máxima en el corto plazo -mientras no se vislumbre el final de la crisis bancaria- y de que los mercados de capitales en los que se financian los bancos están cerrados a cal y canto. La responsabilidad de fortalecer recursos propios seguirá recayendo en la captación de depósitos, que deberán elevar su rentabilidad.Qué hacer3. Máxima prudencia. A la espera de que las turbulencias bursátiles pasen, la decisión más recomendada es resguardarse en los depósitos a plazo, favorecidos por una competencia en la banca, los fondepósitos -fondos que invierten en depósitos- y la deuda pública, ajena por ahora a los riesgos de impago. Para un horizonte inversor a largo plazo -a tres años vista como mínimo- los fondos de Bolsa pueden suponer una oportunidad para entrar.

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