La banca afronta su prueba final
Son los principales culpables del seísmo financiero que comenzó hace 14 meses en Estados Unidos, y también los que más están padeciendo su poderoso impacto. Todas las miradas se centran en los bancos después de que haya ocurrido lo inimaginable hasta hace muy poco tiempo: la bancarrota de Lehman Brothers y las desapariciones, tras ser absorbidos por bancos comerciales, de Bear Stearns y Merrill Lynch. El último episodio del culebrón, la compra de Washington Mutual por parte de JPMorgan, se conoció el viernes, día que los mercados presionaban a Wachovia y Fortis. Cualquier entidad puede ser ahora señalada como la siguiente en caer.
De momento, ya ha quedado enterrado un modelo de hacer dinero en el sistema financiero: el de la banca de inversión. Goldman Sachs, auxiliado por el magnate Warren Buffett, y Morgan Stanley, que negocia con el chino Citic, solicitaron el pasado lunes convertirse en bancos comerciales -al estilo de Santander o BBVA-. El plan de salvamento anunciado por EE UU ha aliviado la presión, pero continúan las quinielas sobre cuáles serán las entidades que saldrán fortalecidas y queda por conocer 'qué otros modelos de negocio están en el punto de mira por su debilidad', como advierte UBS en un informe. Los ratios de solvencia y de créditos sobre depósitos son ahora cruciales para determinar la fortaleza de las entidades financieras. 'El sector en Europa se enfrenta a un problema de capital', señalan los expertos de Citi. Y es que, pese a que han tratado de captar capital de cualquier modo desde hace casi un año, su solvencia ha caído por las depreciaciones de activos.
Según UBS, el coste de la crisis actual alcanzará los 945.000 millones de dólares, de forma que se convertirá en la segunda más cara de solucionar de la historia -en relación al PIB estadounidense-, sólo por detrás de la del sistema japonés en los años 90. 'Será necesario que los organismos reguladores de Estados Unidos identifiquen a las instituciones financieras que sobrevivirán y las que no. Esto garantizaría desbloquear las tensiones de los mercados de crédito', explica en un informe Alex Patelis, economista de Merrill Lynch. Hasta ahora, y pese a las multimillonarias inyecciones de liquidez llevadas a cabo por los bancos centrales, el estrés se mantiene por todo lo alto: el euríbor a 12 meses marcó el jueves su máximo histórico en el 5,484% y el viernes cerró a 5,471%. La situación no es mejor en cuanto a los derivados de crédito (CDS, por sus siglas en inglés), que protegen al inversor en caso de impagos de deuda. Los de muchas entidades se han disparado, tanto en Europa como en Estados Unidos. Así, en Morgan Stanley el riesgo de impago se ha disparado hasta cerca de los 800 puntos básicos -100 equivalen a un punto porcentual- respecto a los apenas 100 de finales de 2007, mientras que en Barclays acaricia los 180 puntos, cuando hace nueve meses era de sólo 50.
Fuertes caídas en Bolsa
Las cotizaciones ya han bajado mucho, pero pueden hacerlo más a juicio de los analistas y gestores. 'Es tentador pensar en comprar a estos precios', según Colin Beveridge, de Scottish Widows Investment Partnership. El experto advierte que se avecinan fuertes cambios en el sector. Desde Newton Investment Management, gestora especializada de BNY Mellon AM, señalan que aún no ha llegado el momento de apostar por los bancos. En Citi, reconocen que cotizan a un nivel históricamente bajo, aunque puntualizan que las estimaciones todavía pueden ser revisadas a la baja 'dramáticamente'. En cambio, JPMorgan se muestra partidaria de sobreponderar el sector e Ignacio Rodríguez Añino, de M&G Investments, afirma que hay entidades 'baratas por valoración'.
El sector en España resiste, pero también se avecinan fusiones
Los expertos coinciden en augurar que España no será una excepción en la consolidación global. El deterioro del sector es palpable, pese a que no ha habido rescates ni quiebras. No está intoxicada por activos subprime, pero sí tendrá que pagar los excesos en el sector inmobiliario. A finales de junio, el crédito a promotores de las entidades financieras españolas alcanzaba el 31,6% del total concedido a empresas, y la tasa de morosidad en julio se disparó al 2,14%, su máximo desde septiembre de 1998. Las protagonistas de la consolidación serán las cajas de ahorro: 'En algunos casos, serán necesarias las fusiones, para las que existe un amplio margen en el ámbito regional', según Francisco Riquel, analista de Cheuvreux.
Claves. En pleno proceso de cambio
Qué ha pasado1. Una catarsis total. La quiebra de Lehman Brothers se erige en el símbolo de los cambios. La crisis subprime ha puesto contra las cuerdas a muchos de los jugadores del sistema financiero internacional. Numerosos bancos en EE UU y Reino Unido han sido ya rescatados, aparte de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. El colapso es de tal magnitud que EE UU ha diseñado o un plan para evitar una quiebra del sistema. El sector en Bolsa ha sufrido fuertes caídas.Qué se espera2. Estabilizar el sistema. EE UU comprará los activos tóxicos con cargo a sus arcas públicas, de forma que no tendrá lugar el acabose financiero. Sin embargo, la consolidación continuará con fusiones forzosas que tendrán como objetivo evitar la defunción de las entidades más debilitadas por la crisis. Se revisará la actual regulación, al mismo tiempo que se crearán organismos multilaterales capaces de vigilar el sistema a nivel global.Qué hacer3. Calma y prudencia. El sistema financiero español ha resistido, al menos de momento, la crisis. Pese al pánico que se levantó la semana de la quiebra de Lehman, no hay razones para pensar en una situación similar en España. En cualquier caso, el Fondo de Garantía de Depósitos garantiza 20.000 euros por entidad y cliente si se produjese la bancarrota de una entidad de crédito. Las perspectivas en Bolsa aún son, en general, negativas pese a las fuertes caídas.