EE UU invertirá "cientos de miles de millones" para sanear la banca
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, presentó ayer las líneas maestras de un plan para que el Estado limpie las carteras de los bancos de sus activos ilíquidos y se reactive el crédito. La mayor parte de este plan de intervención, el mayor desde la Gran Depresión, debe aprobarse por el Congreso porque supone desembolsar fondos públicos. Paulson dijo ayer que costará 'cientos de miles de millones'
La economía americana se enfrenta a dificultades sin precedentes a las que respondemos con acciones sin precedentes', dijo el viernes el presidente de EE UU, George Bush, en un mensaje a la nación para el que estuvo acompañado de Paulson, el presidente de la Fed, Ben Bernanke y el de la SEC, Christopher Cox. Para entonces, los mercados globales seguían celebrando con históricas subidas la que la noche anterior se anticipaba como la mayor intervención desde los años treinta. Washington se convierte así en la capital financiera mundial y la hacienda del país (los contribuyentes), en su tesorería.
Explicando los objetivos del plan, Paulson dijo que costará 'cientos de miles de millones'. Muchos analistas estimaban ayer que la cantidad no será menor de medio billón de dólares. Tanto Paulson como Bush se encargaron de recordar que no había alternativa.
'El riesgo de no actuar sería mucho mayor. Más presión sobre nuestros mercados financieros causarían pérdidas de empleos masivas, devastarían las cuentas de ahorro de las pensiones, erosionarían más aún el valor de las casas y secarían la fuente de los préstamos para nuevas casas, coches, y estudios. Son riesgos que los americanos no pueden permitirse', dijo el presidente del Gobierno conservador de EE UU.
El Congreso conocerá los detalles del plan este fin de semana y lo aprobará en 15 días
Los detalles del plan no se conocen y de hecho se empezarán a presentar a partir de hoy a los congresistas para que puedan discutirlo y autorizarlo cuanto antes. El Congreso cierra sus sesiones en dos semanas y para las elecciones quedan apenas otras seis. El senador demócrata Charles Schumer, dijo que esperaba que el Congreso tuviera la autorización firmada entre el martes y el miércoles. En la noche del jueves, Paulson, Bernanke y Cox se reunieron con los líderes de ambos partidos en las cámaras que acordaron trabajar juntos.
El plan que prepara Paulson tiene como objeto una solución permanente para los problemas de los mercados y del crédito, en vez de las ad hoc hechas hasta ahora con la inyección de fuertes sumas de capital e intervención a entidades selectivamente. De lo que se trata es de eliminar de las carteras de las entidades financieras los activos ilíquidos que ahora están causando una crisis de confianza que ni siquiera la inyección concertada de los bancos centrales del jueves pudo eliminar.
El cómo se hará no se conocerá hasta los próximos días pero hay varios modelos a seguir y desde el viernes se han puesto en marcha, además, otras medidas que no necesitan legislación.
Estas últimas pasan por la prohibición de vender a pérdida (short selling) valores de casi 800 firmas que cotizan en EE UU. La prohibición durará hasta el 2 de octubre. La segunda receta pasa por una ampliación de las compras que hace el Gobierno de activos apoyados en hipotecas (MBS, en sus siglas en inglés, los más ilíquidos y tóxicos) que fue aprobado este mes y a través de Fannie Mae y Freddie Mac que incrementarán su cartera para facilitar que el crédito fluya. El Gobierno comprará MBS por valor de 10.000 millones de dólares este mes.
Como tercera medida se protegerá el mercado de los fondos mutuos de inversión, que hasta hace dos días eran tan estables y seguros como los bonos del Tesoro o una cuenta de ahorros. Estos fondos, que no tienen la protección del fondo de garantía de depósitos (FDIC) como las cuentas corrientes, se protegerán con el Fondo de Estabilización de Cambio del Tesoro que tiene 50.000 millones y que la última vez que se utilizó fue en el rescate de México en 1990. Estos fondos para ahorradores conservadores manejan 3,4 billones de dólares en activos y los tres últimos días se retiró un 2,6% de este capital.
En cuanto a los modelos para la toma de activos ilíquidos, el más reciente es el de la Resolution Trust Corp., usado entre 1989 y 1995, y que fue aprobado por George Bush padre durante la crisis de los Savings & Loans. Esta entidad mantuvo en su cartera activos tóxicos de los bancos en quiebra y terminó costando a los contribuyentes 123.800 millones de dólares. Ahora este modelo se adaptaría y una nueva entidad compraría estos activos malos con un fuerte descuento a instituciones solventes a las que se los pueda vender en el futuro. Es el modelo de banco 'bueno' y banco 'malo' que Lehman quiso implementar para aislar parte de su negocio de la debacle. Ahora el banco malo, puede ser el de los contribuyentes.
Primero arreglar, luego revisar
George Bush dijo ayer que el sistema de libre empresa de EE UU 'se basa en la convicción de que el Gobierno federal debe interferir en el mercado sólo cuando es necesario. Dada la situación precaria de los mercados financieros de hoy -y su vital importancia en la vida cotidiana del pueblo estadounidense- la intervención del Gobierno no sólo se justifica; es esencial'. Lo que también dijo Bush es que habrá 'muchas oportunidades de debatir el origen de este problema pero ahora, es momento de solucionarlo'.Es decir, se deja para más tarde el estudio de las responsabilidades y la forma para que no se repita (Cuando la crisis del Long Term Capital Management no se regularon los hedge funds). Eso es algo más que deja Bush para la próxima Administración, añadir a un déficit de 480.000 millones sin contar con el coste que pasarán los últimas tres semanas a los presupuestos. Y el coste será imponente, tanto que puede dar al traste con los planes fiscales de los candidatos. Según Christian Broda, analista de Lehman, 'los pasivos nacionalizados en las recientes semanas son enormes'.Este analista, dice que en la crisis de los Savings & Loans (1986-1995), más de 1.000 instituciones de ahorro cayeron con pasivos de 850.000 millones (en dólares de 2008), era el 6% del PIB. La suma de los pasivos que el Gobierno ha asumido en los últimos meses, Fannie y Freddie, AIG, Bear Stearns y 11 bancos que ha cerrado, suman una cantidad cercana al 50% del PIB. 'Es como ocho veces el episodio de los S&L, lo que sugiere que habrá serios problemas fiscales en el futuro'. Barack Obama, dijo ayer que apoyaba este plan.