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El Tesoro de EE UU da liquidez a las dos mayores hipotecarias

El Tesoro de EE UU quiere neutralizar la crisis de confianza que planea sobre Freddie Mac y Fannie Mae, evitando un rescate en toda regla. Para ello, el titular de este departamento, Henry Paulson, ha anunciado una serie de medidas extraordinarias para asegurar la liquidez de ambas entidades.

En octubre de 1997, Robert Rubin salió a la escalera del departamento del Tesoro para calmar a los mercados tras una caída de 554 puntos en el Dow Jones. El domingo por la tarde (madrugada del lunes, hora española) la fuerza de esa imagen ha vuelto a repetirse cuando el actual responsable de economía salió a las puertas del Tesoro para anunciar que el Gobierno va a pedir al Congreso una autorización para comprar acciones de Freddie y Fannie y, además, ampliar una línea de crédito que tiene con estas compañías semipúblicas. El objetivo es ampliar la base de capital de ambas.

Actualmente esta línea de crédito es de 2.250 millones de dólares para cada entidad y es una suma que fue fijada hace 40 años cuando Fannie Mae tenía una deuda de 15.000 millones de dólares y no los 800.000 millones de dólares actuales. Freddie tiene una deuda de 750.000 dólares y ambas compañías han perdido en los últimos nueve meses unos 11.000 millones de dólares, cifra negativa que se ampliará debido a la mala situación del mercado de la vivienda.

El Tesoro no ha dado detalles de hasta dónde llegará esta línea de crédito, aunque se rumorea que pueden ser 300.000 millones de dólares, ni con qué implicaciones el Gobierno compraría títulos de estas entidades. En una segunda acción, y a petición del propio Tesoro, la Reserva Federal ha anunciado que abrirá la ventanilla de descuento a estas dos entidades por si necesitaran tomar préstamos. Esta ventanilla de descuento, con la que la autoridad monetaria se convierte en prestamista de último recurso para la banca comercial, fue abierta en marzo para la banca de inversión de forma extraordinaria y temporal, y ahora también para Freddie y Fannie.

Todas estas medidas tienen que ser aprobadas por el Congreso, donde han sido recibidas positivamente por los legisladores dada la gravedad de la situación y la negativa reacción de los mercados ante la situación financiera de estas dos firmas que cotizan en los mercados. La petición del Tesoro se va a incluir en el texto de una nuevo paquete de medidas para ayudar a los propietarios de viviendas que corren el riesgo de ser embargados de sus casas. Se espera que el viernes, como muy tarde, sea ratificada por George Bush.

Estas medidas son temporales, y, a priori, no estarán en marcha más allá de 18 meses. La apertura de la ventanilla de descuento por parte de la Fed puede ser aún más temporal y durar el tiempo necesario que le tome al Tesoro ejecutar su plan.

Los presidentes de Freddie, Fannie y su supervisor, Ofheo, emitieron sendos comunicados dando la bienvenida a esta noticia. El director de la oficina de supervisión de la vivienda, James Lockhart, insistió, no obstante, que la liquidez de ambas entidades está por encima de los niveles legales requeridos. Esta precisión es algo que ha importado poco a un mercado que desconfía de estas entidades, pero que cuenta con que va a haber un apoyo del Gobierno, y no sólo por su carácter público, sino porque son firmas clave en un sector al que le sobran las malas noticias.

La importancia de Freddie y Fannie mantuvo a los responsables del Tesoro en alerta todo el fin de semana, intentando poner los cimientos de este plan de apoyo y tratando de evitar una acción de tutelaje muy cercana a la nacionalización.

Este tutelaje por parte del Gobierno es una posibilidad que se maneja como plan de contingencia, y que además se prescribe en los estatutos de las entidades en caso de que haya problemas de liquidez. Para el Gobierno, la principal preocupación era asegurar ayer el éxito en una colocación de deuda de Freddie Mac por valor de 3.000 millones de dólares. La emisión, según el Tesoro, fue sobresuscrita. De no haber sido así, el mensaje negativo a los inversores habría sido globalmente devastador, pues muchos bancos centrales y comerciales tienen títulos de estas dos entidades ahora en caída libre.

Pese a que el mercado respondió con optimismo al plan Paulson al inicio de la sesión, las ganancias se fueron perdiendo a lo largo del día.

La Reserva ataja las prácticas hipotecarias abusivas

La Reserva Federal quiere poner punto y final a las prácticas crediticias irresponsables que han estado en el origen de la crisis de la vivienda y el crédito que se vive en estos momentos. La autoridad monetaria aprobó ayer una reforma de la regulación con el objeto de proteger a los hipotecados de contratos llenos de sombras y riesgos que han proliferado en los años del crecimiento de la burbuja de la vivienda.La nueva regulación no es más que una vuelta al rigor crediticio, y el sentido común. Así, por ejemplo, se prohíbe a las entidades hipotecarias conceder préstamos sin tener constancia de los ingresos de su cliente y futuro acreedor. En el caso de que los clientes presenten riesgos, las entidades tendrán que obligarles a abrir cuentas en las que depositen dinero para pagar los impuestos y los seguros. Por otro lado, se prohíbe hacer un préstamo que solo pueda avalarse con el valor de la casa que se trate de comprar y no con otros activos.Por lo que se refiere a las prácticas abusivas, la Reserva prohíbe a la banca penalizar a los acreedores con riesgo que quieren amortizar anticipadamente parte de la hipoteca. También se prohíbe que brokers y otros intermediarios presionen de la manera que sea a los tasadores para que concedan un valor que no se corresponde a una propiedad en el mercado.Estas reglas se vana aplicar a todos los prestamistas y no solo a la banca comercial que es sobre la que la Reserva Federal tiene plenos poderes como supervisor y regulador. Las entidades de crédito se han revuelto contra estas provisiones cuando fueron propuestas para comentario público hace más de un mes. Su argumento es que constreñirán aún más el crédito.

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